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Las organizaciones Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW) han criticado al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, por desplegar al Ejército en la Asamblea Legislativa, en el marco de una sesión extraordinaria en la que debía votarse un préstamo para una iniciativa de seguridad interna y a la que no han acudido la mayoría de los diputados, al tiempo que han calificado la situación de «peligrosa» y «grave».

«Peligrosa situación en El Salvador. El presidente Nayib Bukele haciendo ese despliegue militar parece olvidar la nefasta historia de violaciones de Derechos Humanos en el país», ha indicado la directora de Amnistía Internacional para las Américas, Erika Guevara-Rosas, mediante su cuenta de Twitter.

«El respeto a la separación de poderes es necesaria para garantizar el estado de Derecho y el respeto de los Derechos Humanos», ha agregado.

Por su parte, el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, ha apuntado que Bukele ha provocado una «grave crisis constitucional». «Al no lograr el apoyo del Congreso (…) ordenó rodearlo por el Ejército y soldados con armas largas ingresaron al plenario de las sesiones. ¿Qué concepto tiene Bukele sobre la democracia?», ha expresado mediante la citada red social.

Asimismo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha reclamado a El Salvador «resolver pacíficamente la actual crisis» y «respetar la separación de poderes y la Constitución».

«El diálogo, el respeto a la institucionalidad y al estado de Derecho son condiciones fundamentales para las obligaciones internacionales de Derechos Humanos», ha indicado también mediante Twitter.

Por otra parte, la Unión de Partidos Latinoamericanos (UPLA) ha manifestado su «preocupación» por lo acontecido en El Salvador, «en particular respecto de la ocupación militar de la Asamblea Legislativa, acciones que comprometen la estabilidad política del país y que pueden constituir un atentado al principio de separación de poderes».

También ha instado a los gobiernos de la región y a las organizaciones multilaterales, especialmente a la Organización de Estados Americanos (OEA), a que «dispongan una observación permanente sobre el funcionamiento de la división de poderes y el respeto de las garantías constitucionales en dicho país».

PARLAMENTO MILITARIZADO

Efectivos de la Policía Nacional Civil y de las Fuerzas Armadas han irrumpido este domingo en la sede de la Asamblea Legislativa junto con algunos de los diputados oficialistas que se presentaron para participar en la sesión extraordinaria convocada por Bukele. De los 84 diputados que la conforman, sólo han acudido una veintena para votar el préstamo.

Todos los accesos han sido cerrados y han estado custodiados por las fuerzas de seguridad. Asimismo, también se han apostado francotiradores en los edificios cercanos a la Asamblea Legislativa, según informa la prensa salvadoreña.

La oposición a Bukele ha denunciado un intento de «autogolpe» de Estado en marcha con una ofensiva dirigida a la Asamblea Legislativa con el argumento de que debe votar el préstamo.

Los diputados, con mayoría de la oposición a Bukele, rechazan someterse a los dictados del Gobierno. En respuesta, Bukele ha convocado a sus simpatizantes a manifestarse ante el Parlamento y ha llamado a la «insurrección» para forzar a la Asamblea Legislativa a aprobar las propuestas del presidente, a la que ha dado un plazo de una semana para aprobar el préstamo.

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