Por JILL LAWLESS
LONDRES
Agencia AP
Gran Bretaña anunció hoy que tiene previsto prohibir la venta de autos nuevos a gasolina y diésel en 2035 en un intento por acelerar sus esfuerzos para atajar el cambio climático.
Pero el compromiso del gobierno con la reducción de gases de efecto invernadero ha sido cuestionado por la mujer elegida por el primer ministro, Boris Johnson, para presidir una cumbre climática de Naciones Unidas, que fue despedida la semana pasada.
Gran Bretaña dijo que vetará los autos y camionetas con combustibles fósiles incluso antes de 2035 «si una transición más rápida es posible». La prohibición también afectará a los vehículos híbridos.
El anuncio se programó para coincidir con la presentación de los planes del país para la cumbre, conocida como la 26ta Conferencia de las Partes, o COP26, que se celebrará en Glasgow en noviembre.
Johnson dio inicio el martes al año de preparativos junto al naturalista David Attenborough y al primer ministro de Italia, Giuseppe Conte. Italia albergará una reunión preparatoria para la COP26.
«Organizar la COP26 es una oportunidad importante para que Gran Bretaña y las naciones de todo el mundo den un paso adelante en la lucha contra el cambio climático», dijo Johnson en declaraciones distribuidas antes por su oficina. «Mientras fijamos nuestros planes para alcanzar nuestro ambicioso objetivo de cero emisiones netas en 2050 a lo largo de este año, también instaremos a los demás a que se unan al compromiso de cero emisiones netas».
Gran Bretaña se comprometió a eliminar sus emisiones netas de gases con efecto invernadero para 2050. Pero el Comité sobre Cambio Climático que asesora al gobierno advirtió que las acciones de Londres para reducir el dióxido carbono y otros gases que contribuyen al calentamiento global están muy debajo de lo necesario.
El arranque de la presidencia británica de la COP26 está siendo accidentado. El viernes, Johnson cesó a Claire O’Neill, una exministra elegida para dirigir el evento. El nombre de su sustituto todavía no se ha anunciado.
O’Neill arremetió contra el primer ministro en una carta al Financial Times en la que apuntó que los esfuerzos de Londres para luchar contra el cambio climático estaban «lejos de su objetivo».