Una imagen de la cara del reloj del "Big Ben" es proyectada en la fachada de la residencia oficial del primer ministro británico, en Londres. FOTO LA HORA/AP/KIRSTY WIGGLESWORTH.

Por JILL LAWLESS y RAF CASERT
LONDRES
Agencia AP

Good bye. Adiós. Auf wiedersehen. Adieu.
Con poco alboroto y no mucha fanfarria, Gran Bretaña dejó la Unión Europea después de 47 años de membresía, dando un salto hacia lo desconocido que además representa un histórico golpe al bloque.

La salida del Reino Unido se hizo oficial a las 11:00 de la noche (2300 GMT), medianoche de Bruselas, la sede de la UE. Miles de entusiastas partidarios del Brexit se reunieron afuera del Parlamento británico para aguardar el momento. Lo esperaban desde el referendo de junio de 2016, cuando los británicos decidieron, por un margen de apenas 52%-48%, salir del club al que habían pertenecido desde 1973.

El primer ministro Boris Johnson calificó el Brexit como «un momento de verdadera renovación nacional».

Pero muchos británicos lamentan la pérdida de su identidad paneuropea, y algunos conmemoraron la salida con pesarosas vigilias. También hubo tristeza en Bruselas mientras las banderas británicas eran arriadas solemnemente de muchos edificios oficiales.

Si el Brexit convierte a la Gran Bretaña en una nación orgullosa que reclamó su soberanía, o una presencia más reducida en Europa y en el mundo, será materia de debate en los años por venir.

Si bien la salida del Reino Unido representa un momento histórico, sólo marca el término de la primera parte de la saga del Brexit. Cuando los británicos se despierten el sábado, no notarán un gran cambio. Gran Bretaña y la Unión Europea se han dado un «periodo de transición» de 11 meses _en el que el Reino Unido seguirá cumpliendo las reglas del bloque_ para alcanzar nuevos acuerdos sobre comercio, seguridad y otros temas.

La UE, ahora con 27 miembros, tendrá que recuperarse de uno de sus retrocesos más grandes en su historia de 62 años para enfrentar a un mundo cada vez más complicado mientras su exmiembro se convierte en competencia, justo al otro lado del Canal de la Mancha.

El presidente francés Emmanuel Macron señaló que el Brexit era «una señal de alarma histórica» que debería forzar a la UE a mejorar.

«Es un día triste, no hay que ocultarlo», comentó en un discurso televisado. «Pero es un día que también debe conducirnos a hacer las cosas de una manera diferente».

En los numerosos edificios de la UE en Bruselas, las banderas británicas fueron bajadas, dobladas y retiradas. Es la primera ocasión que una nación abandona la UE, y muchos miembros del bloque lamentaron lo ocurrido. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lamentó que «cuando salga el sol, comenzará un nuevo capítulo para nuestra unión de 27».

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