Por BRENDAN FARRINGTON
TALLAHASSEE, Florida, EE. UU.
Agencia AP
El secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo discutió ayer asuntos relacionados con Latinoamérica con el gobernador de Florida Ron DeSantis, un día después de que el Senado estatal votó unánimemente para condenar al presidente nicaragüense Daniel Ortega.
DeSantis y Pompeo realizaron una mesa redonda con miembros de la comunidad venezolana del sur de Florida, así como con funcionarios del gobierno y electos. La reunión estuvo cerrada a la prensa.
«Me pidió que viniera aquí para hablar con algunas personas sobre las oportunidades y desafíos que enfrentan de la tiranía que tiene lugar tanto en Venezuela como en Cuba», comentó Pompeo durante una entrevista telefónica con The Associated Press antes de la reunión. «Queremos que prosperen las relaciones económicas entre Estados Unidos, entre Florida y Sur y Centroamérica».
Señaló que planeaba discutir la información que recibió en los viajes que realizó esta semana a Latinoamérica.
«Compartiré con ellos los negocios que hice en Sur y Centroamérica esta semana y cómo podemos continuar desarrollando esas relaciones mientras nos enfocamos en garantizar que la gente de Venezuela y Cuba tengan mayores oportunidades de democracia y libertad».
Tras la reunión, DeSantis dijo que era frustrante que el presidente venezolano Nicolás Maduro siga en el poder pese a que Estados Unidos y otros 60 países reconocieron al líder opositor Juan Guaidó como el presidente encargado de la nación sudamericana.
«Si nos remontamos a hace un año, saben, muchos de nosotros pensamos que estábamos cerca de realmente ver que Maduro era derrocado y luego tendríamos un camino hacia unas elecciones libres y una sociedad libre ahí. Y, sin embargo, aquí estamos. Y Maduro sigue ahí», comentó DeSantis a los reporteros.
El viaje a Florida se produce un día después de que el Senado estatal votó a favor de condenar a Ortega por la violenta represión de su gobierno hacia los manifestantes. Cientos han fallecido y miles han resultado heridos luego de que las protestas se intensificaron en abril de 2018 cuando se anunciaron recortes a las prestaciones de seguridad social.
La resolución aprobada por el Senado detalló cómo los manifestantes fueron detenidos y torturados. También planteó inquietudes sobre la participación de China en un enorme proyecto de un canal en Nicaragua.
«Mucho más grande que la amenaza de que el Partido Comunista de China esté en Nicaragua, es la amenaza impuesta a la gente nicaragüense por parte de Ortega y su familia, y los militares alrededor de él», señaló Pompeo.
El secretario de Estado dijo que habló con los líderes de la oposición de Nicaragua hace unos días y les prometió apoyo de Estados Unidos. Comentó que el objetivo es celebrar unas elecciones libres que cree quitarían a Ortega del cargo, pero reconoció que eso es complicado debido a que el mandatario nicaragüense ha consolidado su poder.
«Haces varias cosas. Es claro cómo hablas sobre eso, así que cuando hablamos del terror que se ha infligido a la población nicaragüense por parte del régimen de Ortega, tenemos claros los valores estadounidenses. En segundo, donde haya gente que necesite ayuda, los líderes de oposición, aquellos que han tenido que huir de Nicaragua, hemos proporcionado ayuda financiera a algunos de ellos», añadió Pompeo.
Dijo que Estados Unidos trabaja con la Iglesia católica y otros en la región, así como con otras naciones, para presionar por unas elecciones libres y justas.
«Eso es todo lo que hemos pedido y estoy seguro de que hoy en día estamos más cerca de lo que estábamos hace unos meses», manifestó.