El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel (Izq.), asiste a una reunión en una escuela de arte durante una visita a Las Tunas, Cuba. FOTO LA HORA/AP/ISMAEL FRANCISCO.

Por ANDREA RODRIGUEZ
LAS TUNAS, Cuba
Agencia AP

Ceder a las presiones de Estados Unidos no es una opción para Cuba, dijo el presidente cubano Miguel Díaz-Canel.

El mandatario calificó de «mentira» las promesas de Washington de que se normalizarían las relaciones bilaterales si Cuba cambia su modelo político.

«A veces llegan las ideas de que, si abandonamos una posición u otra, si abandonamos la solidaridad, el apoyo, para nosotros se abrirían las puertas y eso es una mentira», aseguró Díaz-Canel durante una visita a la ciudad de Las Tunas, en el este de la isla.

«Pero además nosotros no queremos puertas abiertas porque vamos a mendigar, queremos puertas abiertas porque hay un diálogo serio» con Estados Unidos, expresó el gobernante a preguntas de The Associated Press ante un reducido grupo de periodistas.

Las declaraciones de Díaz-Canel tras un año de incremento de sanciones estadounidenses a Cuba para presionar por un cambio de modelo muestran la pérdida de confianza de la isla hacia Washington tras los esfuerzos del expresidente Barack Obama, que relanzó los nexos diplomáticos en 2014 luego de cinco décadas de ruptura.

Aun así, Díaz-Canel dijo que Cuba no dejará de enfrentar las medidas de «hostigamiento» con «serenidad» en lo interior, e incluso de «avanzar en el restablecimiento de las relaciones con Estados Unidos» en lo exterior, pero en base al «respeto mutuo» y sabiendo que siempre habrá «diferencias ideológicas».

Cuba es «un país pequeño… que ha querido construir un ideal que puede ser el que no quiere el gobierno de Estados Unidos, pero es nuestro ideal», agregó el mandatario, tras recorrer un hospital y una escuela de arte, reunirse con la comunidad universitaria por horas y visitar un parque popular lleno de niños corriendo y música de baile.

El gobierno de Donald Trump argumentó que quiere privar al ejecutivo cubano de los recursos para oprimir a su pueblo. La gente en la isla asegura que están siendo seriamente afectados en su vida cotidiana.

Restricciones de viajes a los ciudadanos estadounidenses para dañar al turismo, limitaciones a los viajes aéreos _incluyendo los chárter que utilizan los cubano-estadounidenses_, suspensión de cruceros y la habilitación para que empresas de terceros países puedan ser enjuiciadas por operar con Cuba, son algunas medidas tomadas por Washington.

La población sufre un suministro irregular de combustible y de diversos productos, dejando vacíos las tiendas y causando largas filas, una situación que se suma a los propios problemas de ineficiencia de la isla para fabricar muchos bienes que los cubanos necesitan.

Washington acompañó las tensiones entre Cuba y Estados Unidos de una retórica en la cual acusó a la isla de fomentar la violencia en el continente y sostener militarmente a los venezolanos que apoyan a su presidente, Nicolás Maduro.

«A Estados Unidos se le ha complicado la situación en América Latina y en el mundo ante los desmanes que ha cometido y comienza a buscar pretextos ante los problemas que tiene en materia de política exterior ese gobierno», explicó Díaz-Canel.

La fórmula por la cual, pese a las dificultades que vive la isla, la revolución no cayó, como esperaba Washington, parte de «un diálogo honesto con la población», manifestó el gobernante.

Como ejemplo, Díaz-Canel citó la crítica situación creada a mediados de 2019 cuando la persecución de Estados Unidos a las navieras para que no llevaran petróleo golpeó a la isla.

«Con el Consejo de Ministros fuimos a explicarle al pueblo cubano lo que iba a pasar, lo que íbamos a vivir, las cosas que íbamos a hacer. Pero sobre todo le pedimos al pueblo cubano que fuera solidario, que entendiera, que cooperara, que ayudara y esa situación la sobrepasamos», manifestó.

Las Tunas, que está a unos 600 kilómetros de la capital, La Habana, es una de las localidades más pobres del este del país.

«Esta es una ciudad pequeñita y la economía está muy mala y necesitamos apoyo, que venga y vea la situación de la ciudad», dijo a la AP Damaris Baldo de 47 años y que trabaja en un puesto del mercado.

Esta es la segunda vez en menos de un año que Díaz-Canel visita Las Tunas. Según medios oficiales, el objetivo es constatar que lo que se dispuso en su primer viaje esté siendo implementado, incluyendo cuestiones relacionadas con el ahorro de energía, la agricultura, la zafra cañera y la industria vinculada con la Universidad.

En la visita Díaz-Canel, estuvo acompañado del flamante primer ministro, Manuel Marrero, y en los encuentros con la gente estuvieron titulares de dependencias como Economía, Transporte, Construcción o Educación.

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