Por PORFIRIO IBARRA y ALFREDO PEÑA
MONTERREY, México
Agencia AP
Las autoridades mexicanas buscaban ayer a los responsables de un ataque en una parte poco transitada de una carretera cercana a Texas en el que murió un estadounidense de 13 años y cuatro de sus familiares resultaron heridos.
El sábado por la noche, una familia que viajaba en dos vehículos fue atacada en una carretera de dos carriles paralela a la frontera entre Estados Unidos y México, en el municipio de Ciudad Mier. Los dos automóviles tenían matrícula del estado de Oklahoma.
Una de las camionetas deportivas de los atacantes rebasó a la familia y luego le cerró el paso, provocando que chocaran y se detuvieran por completo. Entonces los hombres comenzaron a dispararles, indicó el grupo coordinador de la seguridad en el estado de Tamaulipas en un comunicado. Todos los heridos viajaban en el mismo vehículo, mientras que los agresores escaparon en otro.
La fiscalía identificó al menor fallecido con el nombre de Oscar Castillo López.
Un niño de 10 años es uno de los heridos. Todos fueron trasladados a un hospital en Monterrey, después de que inicialmente fueron llevados al centro médico de una pequeña localidad aledaña.
El lunes, Luis Enrique Orozco, vicefiscal del Ministerio Público del estado de Nuevo León, dijo que otro niño se encontraba en estado crítico, al igual que un hombre de 48 años. Una mujer de 42 estaba en condición estable, añadió. Se desconocía la relación entre los adultos y los niños, pero Orozco señaló que los dos adultos lesionados son hermanos.
Fiscales de Tamaulipas dijeron inicialmente que el menor fallecido tenía 14 años.
La familia regresaba a Estados Unidos después pasar las vacaciones navideñas en Nuevo León, donde se encuentra Monterrey. Algunos miembros son originarios del estado de San Luis Potosí, en el centro de México, mientras que otros nacieron en Estados Unidos.
Aún se desconoce por qué viajaban al anochecer en una zona tan peligrosa de la carretera, que se encuentra en una zona en disputa entre cárteles del narcotráfico.
Durante años, el Cártel del Golfo controlaba hasta Ciudad Mier en su límite norte, y Nueva Ciudad Guerrero era el límite para el cártel de Los Zetas, cuya base está en Nuevo Laredo. Entre esas zonas hay tierras deshabitadas cubiertas de matorrales.
En 2010, luego de que Los Zetas se separaron del Cártel del Golfo y demostraron que eran una organización criminal fuerte y violenta, Ciudad Mier se convirtió en un campo de batalla para los dos cárteles, y la mayoría de los residentes abandonaron la pintoresca localidad colonial.
Recientemente, una facción que se separó de Los Zetas y que se hace llamar Cártel del Noreste se expandió hasta Ciudad Mier, Miguel Alemán y Camargo, dentro de lo que tradicionalmente era el territorio del Cártel del Golfo.
En fotografías de la escena del crimen podían verse las iniciales «CDN» del Cártel del Noreste pintadas en el cristal trasero de uno de los vehículos.
En su alerta de viajes más reciente, emitida a mediados de diciembre, el Departamento de Estado de Estados Unidos recomendó no viajar a Tamaulipas debido a que prevalecen el crimen y el secuestro.
«Miembros fuertemente armados de grupos criminales a menudo patrullan zonas del estado en vehículos marcados y sin marcar, y operan con impunidad, particularmente a lo largo de la región fronteriza desde el noroeste de Reynosa hasta Nuevo Laredo», señalaba el aviso. Fue en esa zona en donde ocurrió el ataque a la familia.