Una multitud asiste a una ceremonia fúnebre en honor del general Qassem Soleimani y sus compañeros muertos en un ataque estadounidense. FOTO LA HORA/AP/MORTEZA JABERIAN.

Por NASSER KARIMI, JON GAMBRELL y ZEINA KARAM
TEHERÁN
Agencia AP

Irán anunció ayer que ya no acatará las restricciones impuestas en el acuerdo nuclear de 2015 y el Parlamento de Irak exigió la expulsión de las fuerzas estadounidenses de ese país, en un agravamiento de las secuelas por el asesinato de un importante general iraní a manos de Estados Unidos.

Ambas situaciones podrían contribuir a que Irán avance en la fabricación de una bomba atómica y a que el grupo extremista Estado Islámico regrese a Irak, convirtiendo al Medio Oriente en una región más peligrosa e inestable.

En un pronunciamiento que abona a las tensiones, el mandatario estadounidense Donald Trump amenazó con exigir a Irak una indemnización de miles de millones de dólares o imponerle «sanciones que nunca ha visto antes» si concreta la expulsión de los efectivos estadounidenses.

Ante la votación en el Parlamento iraquí relacionada con la expulsión de los efectivos estadounidenses, Trump reaccionó con una amenaza monetaria cuando señaló que Estados Unidos espera que le reembolsen sus inversiones militares en Irak antes de retirarse y amenazó con imponer sanciones económicas si su país no recibe un trato adecuado.

«Tenemos una base aérea extraordinariamente cara allá. Costó miles de millones de dólares. Desde mucho tiempo antes de mi gobierno. No nos iremos a menos de que nos la reembolsen», dijo Trump a la prensa a bordo del avión Air Force One.

«Si nos piden que nos vayamos, si no lo hacemos en términos muy amistosos, les impondremos sanciones como nunca las han enfrentado. Están harán parecer suaves a las aplicadas a Irán», agregó.

Un portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, había dicho antes que Estados Unidos aguardaba que le aclaren el significado legal sobre lo del retiro de las tropas.

Ortagus señaló que Washington está «desilusionado» por la medida y pidió enérgicamente a Irak reconsiderarla.

«Creemos que conviene mutuamente a Estados Unidos e Irak continuar luchando juntos contra ISIS», afirmó Ortagus.

Los gobernantes de Alemania, Francia y Gran Bretaña emitieron ayer una declaración conjunta en la que exhortan a Irán a que cumpla las condiciones del acuerdo nuclear y se abstenga de apoyar próximos «actos violentos».

De acuerdo con la televisión estatal iraní, el gobierno del presidente Hassan Ruhani dijo en un comunicado que el país ya no acatará las restricciones sobre el grado de enriquecimiento de su material nuclear, ni las relacionadas con el volumen de sus existencias de uranio enriquecido y sus actividades de investigación y desarrollo.

«La República Islámica de Irán ya no enfrenta restricción alguna en su accionar», afirmó una televisora estatal.

En Irak, los legisladores aprobaron una resolución en la que exigen poner fin a la presencia militar extranjera en el país, incluyendo a los 5 mil 200 soldados estadounidenses destacados allá y que contribuyen a combatir al Estado Islámico. La iniciativa de ley está supeditada a la aprobación del gobierno iraquí, aunque tiene el apoyo del primer ministro saliente.

En otro indicio de las crecientes tensiones y amenazas de represalias por el letal ataque aéreo, la coalición encabezada por Estados Unidos en Irak indicó que está suspendiendo temporalmente su lucha contra el EI para enfocarse en proteger a sus propias tropas y bases.

La serie de decisiones coincidieron con una jornada de luto multitudinario en honor del general de división Qassem Soleimani, asesinado el viernes en Bagdad por Estados Unidos en un ataque con dron.

Centenares de miles de personas colmaron las calles en las ciudades de Ahvaz y Mashhad para acompañar el féretro de Soleimani, artífice de las guerras impulsadas por Irán con aliados en el Medio Oriente, y a quien se responsabiliza de la muerte de centenares de estadounidenses en diversas acciones, incluidos ataques con bomba perpetrados por suicidas.

La canciller alemana Angela Merkel, el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro británico Boris Johnson exhortaron específicamente a Teherán a «retirar todas las medidas» que no se apeguen al acuerdo de 2015, cuyo fin era impedir que Teherán desarrollara un programa de armas atómicas.

Irán insistió en que se mantiene abierto a las negociaciones con los socios europeos sobre el programa nuclear, y tampoco se retractó de su compromiso previo de no buscar un arma atómica.

Sin embargo, el anuncio representa la amenaza de proliferación nuclear más clara a la fecha de Irán desde que el presidente Donald Trump se retiró unilateralmente del acuerdo en 2018 y reimpuso sanciones a Teherán. También eleva más las tensiones regionales porque Israel, añejo enemigo del gobierno iraní, ha prometido que jamás permitirá a esa nación producir una bomba atómica.

En Irak, donde el ataque aéreo fue censurado y considerado una violación a la soberanía del país, el primer ministro Adel Abdul-Mahdi dijo que el gobierno tiene dos opciones: poner fin a la presencia de los efectivos extranjeros o restringirles su misión a solamente adiestrar a las fuerzas iraquíes. El primer ministro se pronunció a favor de la primera.

La mayoría de los aproximadamente 180 legisladores presentes en el Parlamento aprobaron la resolución para el retiro de las fuerzas extranjeras.

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