POR PHILIP MARCELO/AP
BOSTON
La alcaldesa de Salem dice que el presidente Donald Trump debería «aprender un poco de historia» antes de sostener que a los acusados en los tristemente célebres juicios por brujería del siglo XVII se les respetaron sus derechos legales más que a él en el proceso que se le sigue en el Congreso.
La alcaldesa demócrata de esa ciudad de Massachusetts, Kim Driscoll, tuiteó ayer que las personas juzgadas en 1692 eran «víctimas inocentes e impotentes» a las que se ejecutó en la horca o mediante lapidación con escasas pruebas.
Veinte personas acusadas de brujería fueron ejecutadas en Salem, una ciudad costera 32 kilómetros al norte de Boston, durante un frenesí alimentado por la superstición, el miedo a la enfermedad y los extraños, y los celos. Diecinueve murieron en la horca y un hombre fue lapidado.
En cambio, las denuncias contra un gobernante poderoso como Trump están respaldadas por «amplias pruebas» y «confesiones de delitos», dijo Driscoll.
«¿Aprenderán un poco de historia?», escribió la alcaldesa en otro tuit. «Esta situación es muy distinta de la suerte de las víctimas de los juicios por brujería, condenadas por medio de pruebas espectrales y luego muertas brutalmente en la horca o por lapidación. Un proceso legal dudoso que no tiene relación con el juicio político televisado».
Driscoll dijo que comparar el juicio político con la historia negra de su ciudad «ofende» a las víctimas y sus descendientes. «La gente en Salem quiere que se recuerde esta historia como reconocimiento de algo que nunca, jamás debe volver a suceder», dijo en entrevista con la televisora WCVB.
Los voceros de la Casa Blanca no respondieron el miércoles a un pedido de declaraciones.
En una carta de seis páginas dirigida a la presidenta de la cámara baja, Nancy Pelosi, Trump dijo que «se reconocieron más derechos legales a los acusados en los juicios por brujería de Salem».