DICKINSON, DAKOTA DEL NORTE, EE.UU. /AP
El presidente de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, Bennie Thompson, pidió a la Oficina del Inspector General que revise un contrato de 400 millones de dólares otorgado a una compañía de Dakota del Norte por la construcción de un muro en la frontera de Arizona con México.
En una carta fechada el miércoles, Thompson planteó inquietudes sobre la decisión del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos de adjudicar el contrato por el muro a Fisher Sand and Gravel. Thompson escribió que hasta antes del lunes, la compañía no había ganado ningún proyecto de construcción porque sus propuestas no cumplían con los requisitos operativos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, y porque el proyecto de su prototipo llegó tarde y por encima del presupuesto.
Pero, de acuerdo con Thompson, el presidente Donald Trump exhortó reiteradamente al Cuerpo de Ingenieros a adjudicar contratos a Fisher Sand and Gravel, y Jared Kushner también apoyó que la compañía fuera seleccionada.
«Estas acciones plantean inquietudes sobre la posibilidad de influencia inapropiada en las decisiones contractuales de USACE», escribió el legislador. Pidió al inspector general que se asegure de que la oferta de Fisher Sand and Gravel cumplía con los estándares y que el contrato se otorgó de conformidad con las regulaciones federales sobre licitaciones.
Kushner, asesor de Trump, fue designado recientemente como director de la Casa Blanca para proyectos de construcción fronterizos, de acuerdo con la carta de Thompson.
La compañía ha afirmado desde hace tiempo que puede construir un muro fronterizo más rápido y a menor costo que sus competidores. El presidente de la compañía, Tommy Fisher, apoya al Partido Republicano y ha aparecido en medios conservadores para promover a su compañía como la mejor opción para erigir el muro.
Un mensaje dejado el jueves por The Associated Press a la compañía de Dickinson no ha sido respondido.
La compañía recibirá casi 270 de los 400 millones por diseñar y construir barreras físicas a lo largo de unos 50 kilómetros (31 millas) de la frontera sur.