Fotografía del 29 de noviembre de 2019 proporcionada por el Departamento de Policía del condado Marion de un accidente vehicular mortal en Salem, Oregon. (Departamento de Policía del condado Marion vía AP)

Por ANDREW SELSKY Associated Press

De entre 14 y 64 años, los 13 empleados se dirigían a casa el viernes en la noche cuando su camioneta tipo van se estrelló con una pickup en una intersección en Salem, Oregon. Tres de ellos fallecieron en el choque y otros tres fueron enviados al hospital, dos de ellos en estado de gravedad.

Los que fallecieron son Andrés Alonzo Canil, de 41 años, y Miguel Alonzo Lucas, de 39 años, informó el Departamento de Policía del condado Marion. Los agentes aún están tratando de identificar a la tercera persona que murió.

La tragedia deja ver que, al igual que gran parte de la agricultura, el sector de los árboles de Navidad de Oregon _el mayor del país_ depende del trabajo de los inmigrantes.

“Nadie se percata de lo duro que es trabajar en esas granjas, en el frío y durante largas horas”, dijo José Mota González, un contratista que organizó que los hombres acudieran a laborar a Holiday Tree Farms en Corvallis, Oregon.

Holiday Tree Farms es el proveedor al mayoreo de árboles de Navidad más grande de Oregon, con una entrega anual a todo Estados Unidos y varias partes del mundo de más de un millón de árboles que crecen en sus 3.500 hectáreas (8.500 acres).

Minutos antes de la colisión entre la van y la pickup, Mota González les había entregado la paga semanal a los empleados. El día previo, en Acción de Gracias, hizo que les enviaran pollo, puré de papas y tortillas a los trabajadores para que festejaran el feriado estadounidense.

Tras el accidente, fue al lugar donde ocurrió a unas cuadras de su casa, pero los rescatistas no permitían que se acercara la gente mientras los fallecidos y lesionados eran trasladados. Los conductores de ambos vehículos sobrevivieron. La amplia pickup impactó a la van por un costado, y quedó atorada entre ésta y un poste de luz.

“Fue impactante”, dijo Mota González. “Acababa de verlos a todos. Ves sus caras felices, y luego ya no están”.

Los trabajadores vivían en Woodburn, Oregon, y en los alrededores añadió. Se desconocía de qué parte de Guatemala eran originarios, dijeron Mota González y el Departamento de Policía.

El contratista indicó que escuchó que los cadáveres serían enviados de regreso a Guatemala.

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