Seguidores del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se congregan en el exterior de su residencia en Jerusalén. FOTO LA HORA/ARIEL SCHALIT/AP

POR JOSEPH KRAUSS/AP
JERUSALÉN

La acusación por corrupción contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, previsiblemente afianzará aún más las posturas en el ya estancado sistema político nacional y podría poner a prueba la lealtad de sus aliados de derechas, dijeron comentaristas israelíes hoy.

Los cargos parecen haber erradicado cualquier remanente de esperanza para un gobierno de unidad tras las elecciones de septiembre, abriendo la puerta a unos históricos terceros comicios generales en menos de un año.

En un discurso furibundo anoche, Netanyahu fustigó a los investigadores y juró combatir el «intento de golpe de estado».

Su opositor principal, el partido centrista Azul y Blanco, le exigió que «renuncie inmediatamente» a todos sus puestos en el Gabinete, ya que de acuerdo con un fallo de la Corte Suprema, dijo, los ministros acusados no pueden continuar en funciones. Netanyahu es también ministro de salud, trabajo y asuntos de la diáspora, así como ministro interino de agricultura.

La ley no lo obliga a renunciar, pero las presiones para que lo haga son fuertes y no está claro si un político acusado podría recibir el mandato para formar nuevo gobierno. Netanyahu no ha podido formar una coalición de 61 bancas en el Knesset de 120 después de dos reñidas elecciones este año.

En una columna publicada hoy en el diario israelí Yediot Ahronot, Amit Segal apuntó que la elección será «una guerra civil sin armas». En el mismo periódico, Sima Kadmon comparó a Netanyahu con el emperador romano Nerón, diciendo que «se quedará en pie observando cómo se quema el país».

Netanyahu está acusado de sobornos, fraude y abuso de confianza en tres causas de vieja data. Ha rechazado todos los cargos y acusado a la prensa, las cortes y la policía de someterlo a una «cacería de brujas».

La acusación por presunta corrupción tendrá un alto costo para el Likud, el partido del mandatario, pero no está claro si alguno de sus miembros más destacados tiene el apoyo, o la voluntad, de reemplazarlo.

Artículo anteriorInvestigan a exabogado de FBI por documento alterado
Artículo siguienteTrump insiste en teoría de la conspiración sobre Ucrania