MADRID
(Europa Press)
Los partidos políticos del Gobierno y la oposición de Chile, a excepción del Partido Comunista (PC), han llegado de madrugada a un acuerdo histórico para lanzar un proceso constituyente inédito para el país, en respuesta a un mes de protestas contra la desigualdad social en la nación suramericana.
El acuerdo «por la paz social y la nueva Constitución», como lo han bautizado, son dos páginas con doce puntos en los que formulan una vía que hasta ahora no se había probado en Chile para elaborar una Carta Magna.
El proceso arrancará el próximo mes de abril con un plebiscito en el que los chilenos responderán a dos preguntas: «¿Quiere usted una nueva Constitución?» y, en el caso de voto afirmativo, «¿Qué tipo de órgano debiera redactar la nueva Constitución?».
Para esta segunda pregunta se proponen otras dos posibilidades que suponen un punto intermedio entre el Congreso Constituyente que quería el oficialismo y la Asamblea Constituyente que reclamaba la oposición.
Las opciones son una Convención Constitucional, que estará formada al cien por cien por ciudadanos elegidos para este fin, o una Convención Mixta Constitucional, conformado a un 50 por ciento por ciudadanos y parlamentarios.