POR WILL WEISSERT/AP
WASHINGTON
Bernie Sanders dice que quiere despenalizar el cruce ilegal de la frontera de Estados Unidos. Elizabeth Warren piensa lo mismo. Pete Buttigieg se opone a hacerlo cuando se ha cometido algún tipo de fraude. Joe Biden no le ha dado su pleno apoyo a la propuesta.
La idea, no obstante, está ganando fuerza entre los aspirantes a la nominación presidencial demócrata y sacando a la luz fuertes divisiones ideológicas.
Bernie Sanders difundió hoy una detallada propuesta sobre la inmigración ilegal y dijo que “la presencia no autorizada en Estados Unidos es una transgresión civil, no penal”. Se comprometió a eliminar estatutos que ponen “los cruces ilegales a la par de otras formas de infracciones a las leyes de inmigración, como quedarse en el país con una visa vencida”.
Warren propuso en julio que se despenalice el cruce ilegal de la frontera y dijo que, de llegar a la Presidencia, emitiría “de inmediato orientaciones para que se suspendan los juicios penales a simples infracciones administrativas” en el terreno de la inmigración. Buttigieg ha insinuado que apoyaría la idea de despenalizar los cruces ilegales, pero no en los casos “en los que hubo fraude”, mientras que Biden no ha brindado apoyo pleno a la propuesta de despenalización. En julio, durante un debate entre aspirantes a la nominación, dijo que “si cruzas la frontera ilegalmente, se te debería poder enviar de vuelta. Es un delito”.
El tema ilustra otra importante fisura entre los moderados como Biden y Buttigieg y otros aspirantes a la Casa Blanca dispuestos a adoptar posturas progresistas como las de Sanders y Warren. Una despenalización total, no obstante, podría ser problemática para los demócratas cuando el vencedor de las primarias trate de captar el voto de personas que pueden no estar de acuerdo con las políticas de línea dura del presidente Donald Trump hacia la inmigración ilegal pero tampoco están dispuestos a ir tan lejos en el sentido contrario.
“El problema de la despenalización de los cruces de indocumentados es que puede justificar el argumento de los republicanos de que los demócratas quieren fronteras abiertas y eso sería letal para nosotros en (las elecciones de) noviembre (del 2020)”, expresó Colin Strother, estratega demócrata de Texas.
La propuesta de Sanders contempla el uso de decretos presidenciales para suspender la construcción de muros en la frontera con México, disponer una moratoria de las deportaciones hasta que se puedan revisar todas las políticas del gobierno en ese terreno y permitir que las personas que piden asilo permanezcan en Estados Unidos mientras se procesan sus solicitudes en lugar de ser enviadas a México y otros países. También planteó el desmantelamiento del Departamento de Seguridad Nacional.
Sanders dijo que el tema de la inmigración ilegal es un asunto humanitario y no debe ser visto en el marco de la seguridad nacional, como se viene haciendo a menudo desde los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001. Sostuvo asimismo que no debe ser usado para alentar temores de trasfondo racista para ganar puntos políticos, como ha hecho Trump. Sus asesores niegan que despenalizar el cruce ilegal de la frontera pueda alimentar la noción de que los demócratas son blandos en relación con la inmigración ilegal.
“Trump es un racista”, dijo el director de políticas nacionales de la campaña de Sanders, Josh Orton. “Bernie nunca renunciará a su compromiso de crear un sistema inmigratorio humano y racional, que sea apoyado por la gran mayoría de los estadounidenses”.
La inmigración ilegal había sido hasta ahora un tema secundario en las primarias demócratas, opacado por asuntos como un seguro médico único.
Solo dos aspirantes lo tenían como una prioridad, Beto O’Rourke, quien ya se retiró de la contienda, y Julián Castro, quien podría hacerlo pronto.
Castro fue el primero en ofrecer propuestas concretas y planteó que los cruces ilegales de la frontera debían ser infracciones civiles, no penales. Su candidatura, sin embargo, se está desinflando y es probable que pronto se retire de la contienda.
Uno de sus mejores momentos en la campaña fue en un debate de julio, cuando recriminó a O’Rourke por no estar dispuesto a despenalizar los cruces ilegales. O’Rourke desistió de buscar la nominación la semana pasada.
Strother destacó que el gobierno de Barack Obama deportó cantidades récord de inmigrantes y que Biden y otros aspirantes demócratas a la presidencia han tratado de tomar distancia de esa política.
“Creo que el partido (Demócrata), en su esfuerzo por complacer a los moderados, le hizo el juego a los republicanos y fue demasiado lejos adoptando sus posturas”, comentó. “Pero tampoco podemos irnos demasiado lejos en la otra dirección”.