La candidata por el 94to distrito, Shelly Simonds, celebra con sus simpatizantes mientras comienzan a revelarse los resultados electorales. FOTO LA HORA/ROB OSTERMAIER/THE VIRGINIAN-PILOT VÍA AP

POR BILL BARROW/AP

Los demócratas tomaron ayer control total de la legislatura de Virginia por primera vez en más de dos décadas, mientras que el resultado de la contienda por la gubernatura de Kentucky _un bastión republicano_ continuaba en el aire pese a los empeños de último minuto del presidente Donald Trump.

En Kentucky, el demócrata Andy Beshear se declaró victorioso en la contienda a la gubernatura en lugar del republicano y mandatario estatal actual Matt Bevin, quien no ha concedido la derrota. Y en Virginia, los demócratas asumieron control del Senado y la Cámara de Representantes del estado, apoderándose de una entidad que a menudo es campo de batalla rumbo a la Casa Blanca.

A un año de las elecciones presidenciales, los resultados representan una señal de alarma para ambos partidos. Los votantes en las regiones urbanas de Kentucky y Virginia se inclinaron por el Partido Demócrata, una tendencia que, de mantenerse, complicaría las aspiraciones de reelección de Trump. Y los demócratas que registraron avances ayer, lo consiguieron gracias a que mayormente evitaron temas como “Medicare para Todos” que han dominado el debate entre los candidatos presidenciales del partido.

Los avances demócratas en Virginia se registraron en suburbios que ya marcaban cierta inclinación hacia el partido en los últimos años. En Kentucky, Beshear ganó importante terreno en condados suburbanos que hace cuatro años habían impulsado al Partido Republicano en su camino al poder. Otros candidatos republicanos en Kentucky obtuvieron victorias cómodas. Pero la disputa principal ofreció un nuevo ejemplo de la era Trump de la disposición de los votantes de zonas urbanas a desprenderse de su lealtad republicana, incluso después de que el presidente hizo un llamado personal a nombre del abanderado republicano.

En Mississippi, el republicano Tate Reeves ganó la pugna por la gobernatura del estado. Reeves, de 45 años, está terminando su segunda legislatura como vicegobernador. Tanto el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como el vicepresidente, Mike Pence, viajaron a Mississippi en los últimos días para hacer campaña por él.

El demócrata Jim Hood admitió su derrota y dio las gracias a la población por dejarle servir cuatro legislaturas como secretario de justicia del estado.

También se decidía la alcaldía de San Francisco, donde la alcaldesa London Breed, que se enfrentaba a cinco rivales poco conocidos, fue reelegida con el 60% de los votos.

Los votantes también se pronunciaban sobre varias medidas concretas. En Jersey City, aprobaron restricciones a las empresas de arrendamiento de corto plazo en un disputado referendo. La decisión asestó un golpe a compañías como Airbnb en uno de sus mercados principales, una ciudad situada a apenas unos minutos en tren de la turística Manhattan.

En Tucson, Arizona, los votantes rechazaron una propuesta de un grupo de activistas que la habría convertido en la única ciudad santuario del estado. La decisión en una de las ciudades más progresistas de Arizona era un alivio para el gobierno demócrata municipal, que temían que la iniciativa pusiera en peligro millones de dólares en financiamiento estatal y federal y amenazara la seguridad pública.

Artículo anteriorBukele llama a países a expulsar a representantes diplomáticos de Maduro
Artículo siguienteTestigo clave en “impeachment” rectifica, sí hubo intercambio de favores