Por JOHN LEICESTER
PARÍS
Agencia (AP)
Ha reaparecido la violencia contra la policía en los problemáticos poblados que rodean París, síntoma de que la anarquía sigue ardiendo en las mismas zonas urbanas francesas que vivieron tres semanas de disturbios en 2005, pero las razones parecen ser otras ahora.
Los incidentes ocurridos el sábado por la noche en Chanteloup-les-Vignes y los recientes altercados en otros vecindarios complicados al oeste de París no han igualado la intensidad ni la destructividad de los disturbios que se extendieron a cientos de poblaciones en 2005, pero las autoridades están alarmadas porque la violencia parece haber sido planeada de antemano, incluso con emboscadas deliberadas contra la policía.
Dirigentes de gremios policiales sospechan que los ataques de pandillas rivales en los barrios difíciles representan una competencia de alardes y que se deleitan con la cobertura de los medios de comunicación a los hechos que ellos mismos están generando, incluso incitándose unos a otros en las redes sociales.
En Chanteloup-les-Vignes, varios atacantes encapuchados se escondieron en los arbustos, esperando a tender su trampa. Cuando la policía llegó, respondiendo a las llamadas de alerta sobre un incendio, lanzaron su emboscada. Al abrigo de la oscuridad, los jóvenes vagabundos rociaron a los policías con proyectiles y fuegos artificiales que llenaron los cielos nocturnos de chispas y explosiones estruendosas.
A diferencia de los disturbios de 2005, que fueron provocados por la muerte de dos adolescentes electrocutados en una subestación eléctrica mientras los perseguían los policías, los ataques más recientes no tienen un detonante evidente. A diferencia de los alborotadores de 2005, furiosos por las injusticias sociales y económicas profundamente arraigadas, quienes atacan ahora a la policía parecen simplemente estar disfrutando de la violencia.
Los hechos violentos de 2005 provocaron una profunda reflexión sobre la incapacidad de Francia para integrar a millones de inmigrantes y a sus hijos nacidos en Francia, que viven en desolados multifamiliares azotados por el fuerte desempleo y las escasas perspectivas para el futuro. Esas preocupaciones siguen sin resolverse, casi 15 años después.
El mayor William Blanchet, que representa al sindicato de la policía Unite SGP en la región de Yvelines, que incluye Chanteloup y otras ciudades donde las patrullas de la policía han sido agredidas, dijo que los jóvenes involucrados parecen estar atacando a los agentes sólo por diversión.
«Atraen a la policía con un incendio, se esconden en ese sitio y luego atacan», dijo.