POR KIM TONG-HYUNG Y HYUNG-JIN KIM /AP
SEÚL, COREA DEL SUR
Corea del Norte lanzó dos proyectiles hacia el mar al este de la Península de Corea, según indicó hoy el Ejército surcoreano, al parecer continuando con pruebas armamentísticas que pretenden presionar a Washington durante un punto muerto en sus negociaciones nucleares.
El lanzamiento sigue a varias demostraciones de descontento en Pyongyang con el lento progreso de las negociaciones nucleares con Estados Unidos, y a exigencias de que el gobierno de Donald Trump suavice las sanciones y la presión sobre Corea del Norte.
Los analistas creen que Corea del Norte podría redoblar sus pruebas armamentísticas en las próximas semanas, ante que de venza el plazo fijado por su líder, Kim Jong Un, para que Washington ofrezca unos términos aceptables para ambas partes que salven el proceso diplomático
Los proyectiles salieron de una región cerca de la capital norcoreana, Pyongyang, indicó el Estado Mayor surcoreano, y volaron unos 370 kilómetros (230 millas), cruzando el país a una altura de hasta 90 kilómetros (56 millas) millas antes de caer en el mar cerca de su costa este. El Estado Mayor instó a Norcorea a “detener de inmediato acciones que no ayuden a los esfuerzos por aliviar la tensión en la Península de Corea”.
El Ejército surcoreano no confirmó en un primer momento si se trataba de misiles balísticos o cohetes de artillería. La oficina del presidente, Moon Jae-in, los describió como proyectiles de corta distancia.
Por su parte, el Ministerio Japonés de Defensa dijo creer que se trataba de misiles balísticos, que no alcanzaron las aguas territoriales de Japón ni su zona económica exclusiva. El primer ministro japonés, Shinzo Abe, condenó los ensayos tachándolos de “un acto que amenaza la paz y la seguridad de Japón en la región.
Pyongyang probó este mes un misil balístico lanzado desde debajo del mar por primera vez en tres años.
Los lanzamientos se conocieron después de que Seúl indicara el jueves que Kim Jong Un había enviado un mensaje de condolencias al presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, por la reciente muerte de su madre.
Los dos mandatarios se reunieron tres veces el año pasado y firmaron varios acuerdos destinados a reducir la hostilidad y fomentar los intercambios. Sin embargo, en los últimos meses Corea del Norte ha reducido de forma drástica sus contactos y actividades diplomáticas con su vecino del sur, después de que Seúl no reanudara unos lucrativos proyectos económicos conjuntos debido a sanciones de Naciones Unidas aprobadas a instancias de Estados Unidos.
Kim ordenó la semana pasada la destrucción de instalaciones construidas por Corea del Sur en un complejo turístico en una montaña norcoreana que lleva mucho tiempo clausurado. Corea del Sur propuso después entablar conversaciones, pero Corea del Norte ha insistido en intercambiar documentos para dirimir los detalles de la orden de Kim.