En esta fotografía de archivo, adolescentes migrantes caminan dentro de un centro de detención en Tornillo, Texas. FOTO LA HORA/ANDRES LEIGHTON/AP

POR ELLIOT SPAGAT /AP
SAN DIEGO

Las autoridades de inmigración de Estados Unidos separaron a más de 1 mil 500 menores de sus padres en la frontera con México al inicio del gobierno del presidente Donald Trump, y el total desde julio de 2017 rebasó los 5 mil 400, afirmó un grupo de derechos civiles.

La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés) explicó que el gobierno informó a sus abogados que 1 mil 556 menores fueron separados de sus familias entre el 1 de julio de 2017 y el 26 de junio de 2018, cuando un juez federal en San Diego ordenó que los niños bajo custodia gubernamental se reuniesen con sus padres.

Encontrar a los menores afectados en ese período puede ser complicado porque el gobierno no tenía entonces un sistema de rastreo adecuado. Voluntarios que trabajan con la ACLU buscan a algunos de ellos y a sus padres puerta por puerta en Guatemala y Honduras.

Del total de niños alejados de sus familias en esos 12 meses, 207 tenían menos de 5 años, apuntó Lee Gelernt, letrado de la ACLU, que presentó una demanda para acabar con esta práctica. Cinco tenían menos de un año, 26 tenían uno, otros 40 tenían dos años, 76 ya habían cumplido los tres y había 60 más con cuatro.

«Es sorprendente que 1 mil 556 familias más, incluyendo bebés y niños pequeños, se una a los miles más que ya fueron separados por esta política inhumana e ilegal”, agregó Gelernt. «Las familias han sufrido mucho y algunas podrían no recuperarse nunca”.

El Departamento de Justicia declinó realizar comentarios.

Este conteo supone un hito en el recuento de las familias que se han visto afectadas por la criticada campaña de Trump contra la inmigración ilegal. El gobierno reportó que 2 mil 814 niños separados estaban bajo su custodia el 26 de junio de 2018 y casi todos regresaron con sus familiares.

El organismo de control interno del Departamento de Salud dijo en enero que podría haber miles de casos más desde julio de 2017, lo que llevó al juez de distrito Dana Sabraw a dar un plazo de seis meses al gobierno para identificarlos. La ACLU dijo que recibió el último reporte con 1 mil 556 nombres un día antes de la fecha límite.

Las autoridades separaron a otros 1 mil 090 menores desde que el juez ordenó suspender la práctica en junio de 2018 a excepción de en circunstancias concretas como la existencia de amenazas a la seguridad de los niños o de dudas sobre si el adulto con que el que viajan es realmente su progenitor.

Según la ACLU, las autoridades abusaron de esta prerrogativa al dividir familias en base a acusaciones dudosas y a transgresiones menores con delitos de tránsito. La organización pidió a Sabraw que defina con más detalle las circunstancias que deberían regir estos casos, algo a lo que Washington se opuso.

Con los datos revelados ayer, el número de niños separados de sus familias desde julio de 2017 asciende a 5 mil 460.

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