El líder de la minoría en la Cámara de Representantes, el republicano Whip Steve Scalise, de Luisiana, habla ante los medios en compañía de otros congresistas. FOTO LA HORA/PATRICK SEMANSKY/AP

POR ALAN FRAM Y ZEKE MILLER /AP
WASHINGTON

Dijeron no estar enterados, bajo el argumento de que no habían leído el condenatorio comunicado diplomático. Tildaron de injustas las tácticas demócratas. Se quejaron de que las acusaciones al presidente Donald Trump se basan en evidencia de segundos y terceros.

Ayer fue un día de cuidadosos contraargumentos de los congresistas republicanos, un día después de que el enviado estadounidense de mayor rango en Ucrania ofreció a los investigadores de la Cámara de Representantes que buscan el juicio político una explosiva y detallada hoja de ruta de campaña de Trump para presionar a los líderes de ese país a fin de que proporcionaran información dañina sobre los rivales políticos demócratas de Trump.

La mayoría de los republicanos siguen apoyando a Trump, pero forma calibrada después del testimonio a puertas cerradas que el martes dio el embajador interino William Taylor. Y mientras los legisladores trataban de compensar el respaldo a Trump con la incertidumbre sobre lo que aún pueda surgir, algunos estaban dispuestos a reconocer las tensiones que enfrentan.

Ante la pregunta de si el testimonio de Taylor representó un día complicado para la Casa Blanca y los republicanos, el número dos de los republicanos en el Senado, John Thune, de Dakota del Sur, dijo que fue “probablemente uno de muchos”.

“Obviamente, es mucho lo que nos está llegando ahora”, dijo Thune. “Esa es la naturaleza de la bestia”.

Hoy, el senador Lindsey Graham, de Carolina del Sur y uno de los principales aliados de Trump en el Partido Republicano, señaló que presentaría una resolución para condenar las acciones de la Cámara de Representantes controlada por los demócratas en busca de una «investigación de juicio político a puerta cerrada e ilegítima».

La resolución no vinculante da a los senadores republicanos una oportunidad de mostrar apoyo a Trump al tiempo que el presidente exhorta a sus aliados a hacerse más duros y luchar con mayor fuerza por él.

Funcionarios de la Casa Blanca, que dan por hecho el apoyo republicano unificado hacia Trump, temen cada vez más a las deserciones en una potencial votación para el juicio político de parte de la Cámara de Representantes e incluso un eventual juicio político en el Senado de mayoría republicana.

Si bien los funcionarios no creen que haya suficientes votos para destituir al presidente republicano, tal como lo desean los demócratas, el ala oeste de la Casa Blanca cree que debe haber un mayor esfuerzo por apuntalar el apoyo del partido y evitar la vergüenza y un riesgo político real.

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