POR MICHAEL BIESECKER, DESMOND BUTLER Y BRYAN SLODYSKO /AP
WASHINGTON
Empresarios vinculados con Rudy Giuliani pidieron ayuda a un congresista en 2018 para destituir a la embajadora estadounidense en Ucrania en la misma época en que se comprometieron a recaudar fondos para él.
Un acta de acusación abierta ayer sólo identifica al legislador como «Congresista 1», pero las donaciones detalladas en el acta coinciden con los informes de finanzas de campaña del exlegislador Pete Sessions, un republicano de Texas derrotado en su intento de reelección en noviembre de 2018.
Sessions, de 64 años, niega haber cometido algún delito, pero el acta federal alega que el «Congresista 1» participó en lo que los fiscales llaman un intento coordinado para destituir a la embajadora Marie Yovanovitch a instancias de un funcionario ucraniano anónimo.
Sessions, que estudia un posible regreso a la contienda política, ha quedado implicado en la investigación previa a un juicio político centrada en las gestiones del presidente Donald Trump en Ucrania y las relaciones de Giuliani en la antigua república soviética.
El acta tomó estado público ayer tras el arresto de dos empresarios de Florida vinculados con Giuliani. Alega que Lev Parnas e Igor Fruman instigaron una serie de donaciones políticas republicanas en una campaña para forzar la expulsión de Yovanovitch y que según los fiscales contó con fondos extranjeros lavados.
Con sus enormes donaciones políticas, Parnas y Fruman, dos empresarios relativamente ignotos, obtuvieron rápidamente acceso a los cuadros más altos del Partido Republicano, lo que incluyó encuentros personales con Trump en la Casa Blanca y en Mar-a-Lago.
El 9 de mayo de 2018, Parnas publicó una foto de sí mismo y su socio David Correia con Sessions en la oficina del legislador en el Capitolio con la leyenda «¡¡trabajando duro!!».
Parnas y Fruman fueron arrestados el miércoles por la noche mientras intentaban abordar un vuelo al exterior en el Aeropuerto Internacional Dulles de Washington. Correia y un ciudadano estadounidense de origen ucraniano, Andrey Kukushkin, están acusados en el caso.
El mismo día, Sessions envió una carta al secretario de Estado, Mike Pompeo, en la que pidió el retiro de la embajadora Yovanovitch porque tenía «avisos de pruebas concretas» de que ella había «hablado en privado y reiteradamente de su desprecio por el gobierno actual».
Los informes financieros revelan que Parnas y Fruman aportaron 2.700 dólares cada uno a la campaña de Sessions, la donación individual máxima que permite la ley.
Sessions dijo el jueves que se defenderá enérgicamente de cualquier acusación.
«Estos individuos me pidieron una reunión acerca de la necesidad estratégica de que Ucrania se volviera independiente en materia energética», escribió Sessions en un comunicado. «En esa reunión no se hizo pedido alguno y yo no hice nada».
Añadió que «varios colegas del Congreso», no Parnas y Fruman, fueron la fuente de las denuncias en su carta según la cual Yovanovitch había menospreciado a Trump. Trató de tomar distancia de Giuliani, de quien dijo que era su amigo desde hacía más de 30 años.
«No sé cuáles han sido sus actividades de negocios o legales en Ucrania», dijo el exlegislador acerca del abogado personal del Presidente.