MADRID/Europa Press
El ministro de Exteriores de Nicaragua, Denis Moncada, ha rechazado hoy «cualquier medida económica para tratar de doblegar a gobiernos independientes», un día después de que la Unión Europea diera el primer paso para sancionar a los responsables de la represión con la que el Gobierno de Daniel Ortega ha respondido a las protestas en el país centroamericano.
«Nicaragua rechaza cualquier medida económica para tratar de doblegar a pueblos y gobiernos independientes», ha dicho el jefe de la diplomacia nicaragüense en la reunión de ministros de Exteriores del Movimiento de Países No Alineados que se ha celebrado hoy en el marco de la 74ª Asamblea General de Naciones Unidas, según informa la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).
Moncada ha esgrimido que «estas medidas coercitivas socavan el Derecho Internacional y el multilateralismo». Aunque no se ha referido expresamente al caso nicaragüense sí ha denunciado «el bloqueo a Cuba» y ha ratificado el «apoyo incondicional» del Gobierno de Ortega a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, «ante los ataques desestabilizadores que recibe la Revolución» Bolivariana».
En concreto, ha dado la voz de alarma por «la imposición de Estados Unidos de imponer un presidente en Venezuela», en alusión al autoproclamado mandatario interino, Juan Guaidó, reconocido por la Administración de Donald Trump, por la mayoría de países latinoamericanos y numerosos europeos, entre ellos España.
Moncada también ha expresado la oposición de Nicaragua «al uso de la fuerza en los países». «Condenamos las políticas antidemocráticas y en contra de la paz, no solo en América sino en el mundo entero. Rechazamos la injerencia y la acción de derrocar gobiernos. Debe prevalecer el diálogo ante la guerra», ha declarado.
OLA DE SANCIONES
Los gobiernos europeos dieron ayer ‘luz verde’ a la base jurídica para poder imponer sanciones individuales por la represión en Nicaragua. La UE ya amenazó en enero al Gobierno de Ortega con dar este paso si la situación interna no mejoraba.
Estados Unidos ya ha sancionado al propio Ortega, así como a su mujer, Rosario Murillo, y al hijo de ambos, entre otros altos cargos y empresas relacionadas con la cúpula nicaragüense. Canadá también ha dictado medidas punitivas.
Al mismo tiempo, Estados Unidos ha reforzado las sanciones contra Venezuela y Cuba, aliados clave de Nicaragua, mientras que la Unión Europea también ha impuesto sanciones por las violaciones de los Derechos Humanos en Venezuela.