POR MARY CLARE JALONICK Y LISA MASCARO /AP
WASHINGTON
La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos Nancy Pelosi se abstuvo de decir si ese cuerpo legislativo está listo para lanzar una investigación de juicio político contra el presidente Donald Trump, en momentos en que los demócratas en la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara Baja se aprestan a hacer precisamente eso.
Pelosi ha sido una fuerza de moderación en su dividida bancada, entre liberales determinados a enjuiciar y centristas temerosos de enfocarse demasiado en Trump. Ha sido sistemática en su control, pero esa actitud, de abrir las puertas a un juicio político pero sin liderar el esfuerzo, crea espacio para diferentes opiniones pero deja a los demócratas con mensajes encontrados entre sí.
Al aprobar ayer las reglas básicas para las audiencias de juicio político, la Comisión de Asuntos Jurídicos desató nuevas interrogantes.
«Si tenemos que hacerlo, tendremos que hacerlo”, dijo Pelosi sobre una investigación. “Pero no podemos hacerlo hasta tener todos los hechos”.
Pelosi interrumpió reiteradas preguntas sobre el tema en su conferencia de prensa semanal ayer. Dijo que no quería discutirlo más. «La gente está impaciente”, admitió. “No podemos ir más rápido que los hechos”. Agregó: “seguimos en el mismo sendero”.
El enfoque de Pelosi y su equipo se produce en momentos en que la Comisión de Asuntos Jurídicos prosigue con sus planes para realizar las primeras audiencias de juicio político este otoño, respaldadas por más de la mitad de los representantes demócratas, que quieren una investigación.
Trump dijo a reporteros que no le preocupan los planes de juicio político, que llamó “una vergüenza”.
NO NIEGAN INTENCIONES
El jefe del panel judicial, el demócrata Jerrold Nadler, dice que no hay incertidumbre sobre lo que está haciendo su comisión: es una investigación de juicio político, no importa cómo se le describa.
Cuando el panel votó ayer para aprobar las directrices para las audiencias, Nadler prometió un “agresivo” calendario en el otoño, comenzando con la sesión pública de la semana próxima con el asistente de Trump Corey Lewandowski.
«Algunos llaman este proceso indagación de juicio político. Otros lo llaman investigación de juicio político. No hay diferencia legal entre esos términos y no me importa más la nomenclatura”, dijo Nadler al iniciar la sesión.
«Pero déjenme eliminar cualquier duda: la conducta investigada representa una amenaza a nuestra democracia. Tenemos la obligación de responder a esta amenaza. Y lo estamos haciendo”.
OPINIONES DIVIDIDAS
El tema de un juicio político contra Trump ha dividido a los demócratas, que tienen la mayoría en la cámara baja, una brecha que se ha vuelto más pronunciada con la mira en las elecciones de 2020, con el partido tratando de equilibrar el peso de su responsabilidad de supervisión con el estado de la opinión pública.
Los demócratas en el panel legislativo, incluyendo algunos de los miembros más liberales de la cámara, han estado deseosos de avanzar con el proceso, pero los moderados, algunos de ellos legisladores de primer término que ganaron en 2018 en distritos en los que Trump sigue siendo popular, están cautelosos.
Dadas esas divisiones, Nadler y Pelosi han estado hablando de un juicio político de forma muy diferente. Mientras Nadler ha dejado claro que su comisión va a proceder, Pelosi se ha mostrado renuente a mencionar un juicio político.
En reuniones privadas, Pelosi ha pedido cautela y le ha dicho a la bancada que la ciudadanía no está listo aún para un juicio político, pero ha dado su visto bueno a los pasos en el panel y ayer dijo que respalda sus trabajos.