Voluntarios entregan botellas de agua a decenas de migrantes, muchos de los cuales fueron devueltos a México bajo el programa "Permanecer en México" del gobierno de Donald Trump, en un campamento cerca del Puente Internacional en Matamoros, México. Foto la hora: Verónica G. Cárdenas/AP.

Por NOMAAN MERCHANT y VERÓNICA G. CÁRDENAS
MATAMOROS, México
Agencia (AP)

Con un embarazo de ocho meses y medio, una mujer salvadoreña que había cruzado el río Bravo desde México para pedir asilo en Estados Unidos fue detenida por la Patrulla Fronteriza. En vista de que ya presentaba contracciones, los agentes migratorios la llevaron a un hospital, donde le dieron medicamentos para detener las contracciones. Según la propia mujer y su abogado, fue enviada entonces casi inmediatamente a México.

Allí, se sumó a las más de 38 mil personas que se han visto obligadas a esperar al otro lado de la frontera para acudir a una audiencia de un tribunal de inmigración que procese su solicitud de asilo.

Muchos de esos miles de migrantes fueron devueltos a México bajo el programa «Permanecer en México» del gobierno de Donald Trump. La nueva política se está ampliando rápidamente.

La mujer y su hija de tres años viven en un campamento improvisado cerca del Puente Internacional en Matamoros, México. Ella esperaba dar a luz en cualquier momento, dijo días atrás su abogada, Jodi Goodwin. Su situación difícil pone de relieve los riesgos y peligros para la salud que presenta el programa «Permanecer en México».

«A ella le preocupa tener al bebé en la calle o tenerlo en un refugio», dijo Goodwin.

Las mujeres embarazadas enfrentan riesgos especiales en México porque los lugares donde los migrantes esperan para entrar a Estados Unidos a menudo no tienen comidas regulares, agua limpia ni atención médica.

Muchos refugios creados por el programa en las ciudades fronterizas mexicanas ya están llenos o por encima de su capacidad, y algunas familias duermen en tiendas de campaña o bajo mantas durante el calor abrasador del verano.

Abundan los informes de migrantes que han sido atacados o secuestrados en ciudades fronterizas mexicanas, especialmente en el estado de Tamaulipas, al otro lado de Texas, donde la madre salvadoreña está esperando una fecha para comparecer ante el tribunal en noviembre.

The Associated Press no identifica a la mujer de El Salvador porque ella teme por su seguridad.

El gobierno de Estados Unidos no exime automáticamente a las mujeres embarazadas del programa «Permanecer en México». La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus iniciales en inglés) se negó a hacer declaraciones sobre el caso de la mujer.

El programa llamado oficialmente «Migrant Protection Protocols» (Protocolos de protección al migrante) fue instituido por Estados Unidos y México como una forma de disuadir a los migrantes de cruzar la frontera para pedir asilo.

México ha cooperado en la ampliación del programa a pedido del presidente Donald Trump, quien en junio amenazó con aplicarle a México aranceles paralizantes si no hacía más para detener a los migrantes.

El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha dicho que las personas en «poblaciones vulnerables» pueden estar exentas de ser enviadas a México, pero las mujeres embarazadas no son necesariamente consideradas «vulnerables» por la CBP, una oficina del Departamento.

«En algunos casos, el embarazo puede no ser observable o no haber sido revelado, y no puede en sí mismo descalificar a una persona para que sea apta para el programa», dijo la CBP en una declaración. «Los agentes y oficiales considerarían el embarazo, cuando existan otros factores asociados, para determinar la disponibilidad para el programa», agregó.

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