POR NICOLE WINFIELD Y HELENA ALVES/AP
Maputo, Mozambique

El Papa elogió al presidente de Mozambique y al líder de la oposición por su valentía para firmar un histórico acuerdo de paz. Francisco inició su visita a la nación sudafricana con un llamado a un futuro donde la reconciliación, la esperanza y el desarrollo sustentable se conviertan en “armas de paz”.

Miles de residentes, algunas con faldas coloridas con la imagen del Papa y las palabras “esperanza, paz, reconciliación”, esperaron en las calles de la capital, Maputo, para saludar a la comitiva de Francisco con un entusiasmo similar al que suscitó Juan Pablo II, cuya visita inspiró a los mozambiqueños para poner fin a su guerra civil.

“Es mucha alegría”, dijo Danilton Dar, de 25 años, uno de los miles de jóvenes que asistieron a un evento juvenil. “Es una fecha histórica para mi generación”.

La guerra civil de la antigua colonia portuguesa, que duró 15 años y finalizó con un acuerdo de paz en 1992, dejó un millón de muertos y un país devastado. El cese del fuego permanente del 1 de agosto pasado fue la culminación de años de negociaciones para poner fin a enfrentamientos que se reanudaron esporádicamente durante los 27 años transcurridos.

El primer evento de Francisco fue un encuentro a solas con el presidente Felipe Nyusi en el palacio presidencial. Luego pronunció un discurso ante las autoridades y saludó al líder de la oposición armada Ossufo Momade, quien firmó el acuerdo de paz con Nyusi y estaba entre los invitados al acto.

Cuando Nyusi se refirió a Momade como «mi hermano» en su discurso, Momade se puso en pie y fue aplaudido.
En su intervención, Francisco elogió su coraje para dejar de lado sus intereses personales y la violencia para trabajar por el bien común.

«¡La valentía trae paz!», dijo el Pontífice argentino, que se dirigió a las autoridades en un portugués con acento español. «Ustedes han padecido sufrimientos, pena y aflicción, pero se negaron a permitir que las relaciones humanas se rijan por la venganza o la represión o a permitir que el odio y la violencia tengan la última palabra”.

El Papa pidió además un compromiso continuo con un proceso de reconciliación y desarrollo que respete el medio ambiente y cuide a quienes están al margen de la sociedad.

«No desistan mientras existan niños y jóvenes sin escolarizar, familias que no tienen casa, trabajadores desempleados, agricultores sin tierras que cultivar”, declare. «Esos son los cimientos para un futuro de esperanza porque será un futuro de dignidad. Estas son las armas de la paz”.

Los analistas destacaron la importancia de que tanto Nyusi, católico, como Momade, musulmán, saludaran al Papa para enviar un potente mensaje de unidad ante la diversidad existente en Mozambique, que tiene además una larga tradición de tolerancia religiosa.

Myrta Kaulard, coordinadora local de las Naciones Unidas para Mozambique, dijo que la visita papal no solo impulsaría la paz sino también las perspectivas electorales y de futuro crecimiento.

“Las buenas elecciones requieren paz. El desarrollo requiere paz”, dijo al margen del discurso.

La visita de Francisco se produjo a semanas de la firma del acuerdo y antes de las elecciones generales del próximo 15 de octubre. Los comicios son considerados cruciales luego que una reciente enmienda constitucional descentralizó el poder, por lo que los gobernadores provinciales podrán ser elegidos de forma directa en lugar de ser nombrados por el ejecutivo central.

Francisco alentó la tolerancia religiosa y la futura reconciliación en un encuentro juvenil interreligioso al que asistieron musulmanes, cristianos e hindúes. Hubo danzas, canciones y escenas teatrales. En un portugués con acento español, Francisco invitó a los asistentes a corear lemas y se mostró encantado con la respuesta entusiasta de los asistentes.

“Juntos, ustedes son el corazón latente de este pueblo y todos tienen un papel fundamental que cumplir en un gran proyecto creativo: escribir una página nueva en la historia, una página de esperanza, paz y reconciliación”, dijo el Papa.

Más adelante hoy estaban previstas reuniones con sacerdotes y monjas en la catedral de la Inmaculada Concepción.

Mañana, Francisco visitará un hospital donde una organización católica de caridad atiende a enfermos de sida. Finalmente oficiará una Misa antes de emprender el vuelo a Madagascar, el segundo tramo de su gira.

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