VARSOVIA
AP
Este fin de semana se conmemoran los 80 años del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, en momentos en que el conflicto bélico se ha convertido en un desordenado campo de batalla de la memoria.
En Polonia y en toda Europa del Este, muchos sienten que el sufrimiento de su gente nunca ha recibido el reconocimiento merecido, o que lo empaña de manera injusta su conducta de ese momento, agravios que los políticos han estado explotando en una nueva era de nacionalismo.
Para los estadounidenses y otros, la Segunda Guerra Mundial puede parecer una historia en blanco y negro del bien venciendo al mal, con los Aliados luchando lejos de casa para derrotar al régimen genocida de Adolfo Hitler y abrir una nueva era de paz y libertad.
Pero desde los países bálticos y Polonia hasta Hungría y Rusia, donde ocurrieron combates, deportaciones y ejecuciones en masa, hay muchos tonos de gris: resistencia heroica y martirio, pero también colaboración, y una liberación por parte de las fuerzas soviéticas que supuso el comienzo de décadas de ocupación y opresión para aquellos detrás del Telón de Acero.
Eso deja mucho espacio para diferentes maneras de recordar la guerra.
El domingo se cumplen exactamente 80 años desde que la Alemania nazi invadió Polonia, el 1 de septiembre de 1939, el ataque que provocó un conflicto mundial de casi seis años que dejó más de 70 millones de personas muertas antes de que Alemania y Japón se rindieran en 1945.
Se esperaba que el presidente estadounidense Donald Trump asistiera a las ceremonias en Polonia, pero canceló para quedarse en casa y lidiar con un huracán que se precipitaba hacia Florida. El vicepresidente Mike Pence lo reemplazará. Otros gobernantes que asisten son la canciller alemana Angela Merkel y el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy.
«Las celebraciones del aniversario serán una advertencia para el mundo sobre la necesidad de la paz, sobre la soberanía de los estados, sobre no negociar a expensas de los demás», dijo Krzysztof Szczerski, principal asistente del presidente polaco Andrzej Duda.
Una ausencia notable será la del presidente ruso Vladimir Putin, quien asistió a las conmemoraciones del 70 aniversario en Polonia en 2009 en medio de un intento de deshielo entre Rusia y Occidente en ese momento. No lo invitaron esta vez debido a que Rusia se anexó la península ucraniana de Crimea.