POR VLADIMIR ISACHENKOV /AP
MOSCÚ
Las autoridades rusas informaron hoy que detectaron rastros de radiación a un hombre luego de una reciente explosión misteriosa en un polígono de pruebas de la Armada de Rusia. Más de 100 trabajadores de salud rusos que ayudaron a atender a las víctimas de la explosión han sido sometidos a revisiones.
En el incidente del 8 de agosto en el perímetro Nyonoksa de la Armada rusa, en el Mar Blanco, murieron dos militares y cinco ingenieros nucleares, y otras seis personas resultaron lesionadas. Tras la explosión se registró una leve alza en los niveles de radiación en la cercana ciudad de Severodvinsk, pero las autoridades insistieron en que no representaba ningún peligro.
El gobierno regional de Arkhangelsk informó hoy que 110 trabajadores médicos fueron sometidos a revisiones y que un hombre presentó una baja cantidad del isótopo radiactivo Cesio-137 en su tejido muscular. Añadió que la salud del hombre no está en riesgo y explicó que él pudo haber adquirido el isótopo radiactivo al ingerir alimentos contaminados.
El comunicado fue emitido después que medios rusos han asegurado que decenas de trabajadores médicos fueron expuestos a la radiación.
De acuerdo con las publicaciones, el personal médico del hospital de la ciudad de Arkhangelsk no fue advertido que atenderían a personas expuestas a la radiación y por ello no contaban con equipo de protección. Agregaron que la agencia de seguridad rusa obligó al personal médico a firmar documentos de confidencialidad.
Los trabajadores, que hablaron a condición de mantener el anonimato ante el temor de sufrir represalias de parte del Estado, señalaron que muchos médicos y enfermeros se molestaron porque las autoridades los pusieron en riesgo al ocultar información vital.
El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, desestimó los reportes al cuestionar la veracidad de las fuentes, que pidieron el anonimato. Argumentó que ciertas fuerzas _que tampoco nombró_ podrían estar interesadas en hacer afirmaciones falsas sobre amenazas radioactivas.