POR DEB RIECHMANN/AP
WASHINGTON
Estados Unidos y Rusia dejaron morir hoy un tratado de control de armas aprobado hace 32 años. Washington planea ahora ensayar próximamente un misil nuevo que habría estado prohibido bajo ese pacto.
«Rusia es el único responsable del deceso del tratado», dijo el secretario de Estado Mike Pompeo en un comunicado emitido hoy. Estados Unidos alega que desde hace años Rusia desarrolla y ensaya armas que violan ese pacto y amenazan a Estados Unidos y sus aliados, principalmente en Europa.
Washington y Moscú abandonaron el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF por sus siglas en inglés), que firmaron el presidente Ronald Reagan y el líder soviético Mijaíl Gorbachov en 1987, lo que generó temores de una nueva carrera armamentista.
El secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg culpó a Rusia por lo que calificó de reiteradas violaciones flagrantes del tratado.
Los 29 miembros de la alianza «lamentan que Rusia no se mostrara dispuesta ni tomara medidas para cumplir sus obligaciones internacionales», dijo Stoltenberg.
Rusia señaló con el dedo a Estados Unidos.
«La derogación del tratado INF confirma que Estados Unidos se ha embarcado en la destrucción de todos los acuerdos internacionales que no les convienen por una u otra razón», dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso en un comunicado hoy. «Esto lleva al desmantelamiento del sistema de control de armas existente», agregó.
Estados Unidos considera que el fin del tratado tiene un aspecto positivo. Desde hace años, Washington se queja de que las reglas de juego del control armamentista son injustas. Las autoridades estadounidenses sostuvieron que no sólo Rusia fabricaba armas prohibidas, sino también China producía armas no conformes con el tratado, con lo que sólo Estados Unidos cumplía el pacto anticuado.
Ahora, Estados Unidos tiene libertad para fabricar sistemas armamentistas antes prohibidos. Está planeando el vuelo de ensayo de una de esas armas en las próximas semanas, de acuerdo con un alto funcionario del gobierno que habló bajo la condición de anonimato por no estar autorizado a hacerlo públicamente.
El presupuesto actual del Pentágono incluye 48 millones de dólares para investigaciones sobre posibles respuestas militares a violaciones rusas del tratado INF, pero las opciones no incluyen un misil nuclear.
El funcionario restó importancia al ensayo y dijo que la intención no era provocar a Rusia. Debido a que cumplió el tratado durante 32 años, Estados Unidos está a «años de distancia» de instalar armas prohibidas hasta el presente por éste, aseguró ayer.