Los viajeros se enfrentan a un segundo día de alteraciones en Gran Bretaña después de que una ola de calor abriera paso a tormentas. Foto la hora. AP.

Por NATASHA LIVINGSTONE
LONDRES
Agencia (AP)

Los viajeros se enfrentaron a un segundo día de alteraciones en Gran Bretaña después de que una ola de calor abriera paso a tormentas, y problemas técnicos en el control de tráfico aéreo evitaran el despegue de muchos vuelos en los dos principales aeropuertos del país durante unos de los días más transitados del año.

Un día después de que el país posiblemente registrara su día más caluroso en la historia, los aeropuertos Heathrow y Gatwick de Londres sufrieron demoras cuando el controlador del tráfico aéreo del Reino Unido, NATS, dijo que identificó una falla técnica que obligaba a restricciones de vuelos.

De momento no era claro si el problema se debía al clima caluroso o las tormentas consiguientes.

“Hacemos todo lo que podemos para solucionar este problema lo más rápido posible”, dijo NATS en un comunicado.

Eurocontrol, el organismo de tráfico aéreo europeo, dijo que la falla era causada por un “problema con monitores de radar” y se pronostican serias demoras en vuelos provenientes de Heathrow y Gatwick el resto del viernes. Este fin de semana es una época de muchos viajes ya que las familias empiezan sus vacaciones de verano al concluir las escuelas el año escolar.

Gran Bretaña, junto con gran parte del occidente de Europa, soportó uno de los días más calurosos en la historia el jueves. El servicio meteorológico el país dijo que una temperatura provisional de 38,7 centígrados (101,7 Fahrenheit) se registró en el Jardín Botánico de la Universidad de Cambridge, en el oriente de Inglaterra, que confirmó que sería la más alta registrada en el Reino Unido. El récord previo es de agosto 2003 con 38,5 centígrados (101,3 Fahrenheit).

Los pasajeros de tren también sufrían demoras después de que la ola de calor provocara que Network Rail impusiera límites de velocidad en caso de fallas en las vías.

Las autoridades en Europa buscaban la manera de atender las consecuencias de las abrasadoras temperaturas.

Turistas y europeos por igual brincaron a fuentes, lagos, ríos o el mar para escapar del sofocante calor proveniente del Sahara. Gran Bretaña, Bélgica, Alemania y Holanda lugares en donde el aire acondicionado no suele estar instalado en casas, cafeterías o comercios sufrieron por el calor.

En Francia, el ministro del Interior Christophe Castaner vinculó indirectamente las 60 muertes por ahogamiento que van en este mes en el país con la actual ola de calor cuando señaló que un aumento de muertes en cuerpos de agua no vigilados se debía a que las personas buscan alivio de las altas temperaturas.

En Bélgica, una mujer de 66 años murió cerca de su casa rodante en la playa.

La víctima fue encontrada por un vecino a última hora del jueves después de que al parecer hubiese estado tomando el sol. El incidente ocurrió en Middelkerke, una región de la costa belga en la que las temperaturas alcanzaron los 40 grados Celsius (104 Fahrenheit).

El fallecimiento está “relacionado de forma muy clara con el calor”, dijo el comisario de la policía de Middelkerke, Frank Delva, a The Associated Press.

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