Nueva York/Europa Press
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que partir del fin de semana se empezarán a realizar arrestos a inmigrantes susceptibles de deportación en una decena de ciudades en todo el país, aunque el plan también podría involucrar arrestos “colaterales”, según han explicado medios estadounidenses.
Trump ya había advertido el mes pasado sobre los planes para acelerar las deportaciones de indocumentados como prioridad de su Gobierno, pero no había anticipado más medidas hasta ahora, un día después de que el diario estadounidense ‘The New York Times’ informara esta decisión.
Las operaciones tendrían como objetivo al menos a 2 mil inmigrantes que cruzaron recientemente la frontera, aunque también podrían acabar detenidas cualquier persona sin documentación en regla.
Las ONG advierten de que en Estados Unidos viven muchas personas bajo orden de deportación que nunca han sido informadas de ello como exige la ley. Por lo tanto, algunos detenidos podrían reabrir sus casos si encuentran un abogado.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) presentó una demanda preventiva este pasado jueves argumentando que a las familias seleccionadas se les debe permitir al menos una audiencia ante los tribunales para defender su caso.
«Las amenazas de la Administración Trump a los inmigrantes atentan contra de la justicia básica y el debido proceso», ha denunciado en un comunicado la directora ejecutiva de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York, Donna Lieberman. «Para las muchas familias que vinieron aquí como refugiados huyendo de la violencia, la deportación es una amenaza de muerte», ha lamentado.