Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos. FOTO LA HORA/AP

NUEVA YORK/Europa Press

El Departamento de Estado norteamericano ha puesto hoy en marcha formalmente la Comisión de Derechos Inalienables, un organismo de asesoramiento que se ocupará de derechos humanos y derecho natural.

La Comisión estará presidida por Mary Ann Glendon, catedrática de Derecho de Harvard experta en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Además Glendon fue tutora del actual secretario de Estado, Mike Pompeo, y ocupó el cargo de embajadora ante el Vaticano.

El nombramiento de Glendon podría atemperar las críticas desatadas por el temor a que sea instrumentalizada para atacar los derechos de los homosexuales o el derecho al aborto, ya que el primer candidato formal a presidir la Comisión era Robert P. George, cofundador de la Organización Nacional para el Matrimonio, contraria a los matrimonios homosexuales y enemigo declarado del aborto.

Fuentes del Departamento de Estado consultadas por “The Washington Post” confirmaron que George no estará al cargo del nuevo organismo y que no tratará ninguna de estas dos cuestiones. «No se van a pronunciar sobre matrimonio gay ni sobre aborto», ha explicado una de las fuentes en declaraciones bajo condición de anonimato.

Su función será aportar «ideas novedosas sobre el discurso de los Derechos Humanos y escrutar en qué se ha distanciado ese discurso de nuestros principios fundadores como nación y de los derechos y leyes naturales», explicaba en mayo el Registro Federal. Precisamente la expresión «derecho natural» o «ley natural» es utilizada por detractores del matrimonio homosexual o del aborto para defender sus tesis.

El Departamento de Estado ha matizado que la Comisión se dedicará a asesorar a Pompeo sobre los principios fundamentales en los que se fundamentan los Derechos Humanos.

También Amnistía Internacional ha explicitado sus recelos sobre la nueva comisión. «Esta Administración ha trabajado activamente para negar y sustraer protecciones de Derechos Humanos desde la toma de posesión de Trump», ha denunciado la directora de Asuntos Gubernamentales de AI Estados Unidos, Joanne Lin.

«Si esta Administración quisiera realmente apoyar los derechos de la gente, utilizaría las herramientas globales que están ya en vigor. En su lugar, quiere socavar los derechos de los individuos y la responsabilidad de los gobiernos», ha argumentado.

Para AI, «esta postura solo sirve para animar a otros países a despreciar los criterios sobre Derechos Humanos y podría debilitar las herramientas internacionales y regionales amenazando los derechos de millones de personas en todo el mundo.

Lin ha recordado que hay acuerdos como la Declaración Universal de los Derechos Humanos que han respetado los gobiernos estadounidenses desde hace 71 años. «Es vergonzosa esta politización de los Derechos Humanos para impulsar políticas de odio contra mujeres y personas LGTB», ha remachado.

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