CIUDAD DE MÉXICO / AP
México reconoce que las instalaciones actuales no son las adecuadas para enfrentar el flujo de migrantes que llega al país por lo que el gobierno estudia reducir las estaciones migratorias, que son centros de detención de facto, y construir albergues donde los migrantes no tengan restringidos sus movimientos.
Así lo indicó Tonatiuh Guillén, responsable del Instituto Nacional de Migración (INM), en una entrevista con The Associated Press en la que adelantó que el primer proyecto de este tipo se construirá en Chiapas, casi en la frontera con Guatemala.
“Estamos por consolidar el terreno que será de 15 hectáreas en Tapachula”, dijo Guillén. “Si todo sale bien en el segundo semestre empezaríamos el diseño y ojalá la construcción de la nueva infraestructura con características de albergue y no de seguridad, de convivencia, y no de control”.
México se ha visto desbordado por el creciente flujo de migrantes en los últimos meses, muchos de los cuales han llegado en caravana o se han unido a esos grupos formados sobre todo por familias centroamericanas con niños.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador insiste en que la principal estrategia para controlar la migración es el desarrollo de los países de origen y acaba de participar en un plan para mejorar la calidad de vida auspiciado por una agencia de la ONU que en lo que va del año incrementó las detenciones y devoluciones de migrantes hasta un 150%, con lo que las estaciones migratorias están rebasadas.