WASHINGTON/Europa Press
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, ha asegurado este martes que Estados Unidos aumentará su cooperación el autoproclamado «presidente encargado» de Venezuela, Juan Guaidó, en el marco de la crisis política que sufre la nación caribeña.
«Pretendemos aumentar nuestra cooperación con el Gobierno oficial de Venezuela bajo el presidente interino Guaidó y reconstruir los lazos entre funcionarios estadounidenses y venezolanos», ha dicho el consejero presidencial en su cuenta oficial de Twitter.
Bolton ha criticado que el Gobierno de Nicolás Maduro «sigue preocupándose más de robar la riqueza (del país) que del pueblo venezolano». Frente a ello, Estados Unidos «seguirá alertando a las instituciones financieras de los esquemas ilícitos de Maduro para eludir las sanciones y mantener el poder, incluido el desvío de la asistencia humanitaria».
Ha aludido en concreto a un ‘tweet’ publicado el lunes por el secretario de Estado, Mike Pompeo, en el que destaca la decisión de la Asamblea Nacional de «proteger los activos venezolanos de los acreedores de Maduro». «Este acto de buena gobernanza», dijo, «contrasta con la corrupción y la incompetencia del régimen de Maduro».
Estados Unidos es el principal socio internacional de Guaidó. La Administración de Donald Trump ha insistido en que «todas las opciones están sobre la mesa» para resolver la crisis venezolana, incluida la intervención militar. El lunes, el ‘embajador’ de Guaidó en Washington, Carlos Vecchio, sostuvo una «positiva» reunión con el Mando Sur.
La crisis política empeoró el 10 de enero, cuando Maduro decidió iniciar un segundo mandato de seis años que no reconocen ni la oposición ni buena parte de la comunidad internacional porque consideran que las elecciones presidenciales del 20 de mayo fueron un fraude.
En respuesta, Guaidó se autoproclamó mandatario interino el 23 de enero con el objetivo de cesar la «usurpación», crear un gobierno de transición y celebrar «elecciones libres». Estados Unidos, la mayoría de los países latinoamericanos, incluido Colombia, y numerosos europeos, entre ellos España, le han reconocido.
La situación se ha agravado a raíz del 30 de abril, cuando Guaidó y un liberado Leopoldo López capitanearon un alzamiento militar que, de acuerdo con la versión de Estados Unidos, se vio frustrado a causa de la intervención de Rusia y Cuba.