POR ANITA SNOW/AP
PHOENIX
Un agente de la Patrulla Fronteriza en Arizona envió mensajes de texto refiriéndose a los migrantes como “salvajes” e “infrahumanos” en el mes previo a atropellar a un guatemalteco con su vehículo oficial, informó la fiscalía ayer.
Documentos de la corte presentados a inicios de este mes en un tribunal federal de distrito en Tucson señalan que el agente Matthew Bowen envió mensajes de texto en noviembre de 2017, semanas antes de que fuera acusado de arrollar intencionalmente al sujeto con una camioneta. El hombre fue hospitalizado con golpes en la mano derecha y las rodillas.
Fiscales federales señalan que los mensajes demuestran el repudio de Bowen a los inmigrantes y a las restricciones sobre lo que se les permite hacer a los agentes para detener a quienes cruzan la frontera e intentan escapar.
Es inusual que los agentes de la Patrulla Fronteriza que agreden a migrantes enfrenten cargos penales, y la mayoría de los casos se centran en la participación de agentes en delitos como narcotráfico y mentir en su solicitud de empleo.
Bowen será enjuiciado el 13 de agosto por cargos de privar al migrante guatemalteco de sus derechos y de falsificación de documentos después del incidente del 3 de diciembre de 2017 en Nogales, Arizona. El agente se declaró inocente.
El agente utilizó “fuerza letal en contra de una persona que escapaba de él y no representaba una amenaza”, dijo la fiscalía.
MENSAJES DE TEXTO CONTRA MIGRANTES
Documentos de la corte federal demuestran que Bowen intentó sin éxito que se suprimieran los mensajes, que fueron parte de los 1 mil 300 textos que el gobierno se vio obligado legalmente a proporcionar, de acuerdo con una orden de cateo.
Uno de los textos que Bowen envió a otros agentes decía: “Salvajes e irracionales asesinos. ¡POR FAVOR, déjennos quitarle los guantes a Trump!”.
Otro texto sobre los migrantes que arrojaban piedras a los agentes, que causaron que uno de los agentes cayera y sufriera un corte en su brazo, los llamaba “infrahumanos” y “no merecen ser leña en una fogata”.
INTENTÓ UNA MANIOBRA UTILIZADA PARA DETENER VEHÍCULOS CON EL GUATEMALTECO
El abogado defensor Sean Chapman se negó a comentar sobre los cargos. Chapman también representó al agente fronterizo Lonnie Swartz, quien fue encontrado inocente de homicidio involuntario en noviembre pasado por la muerte a disparos de un adolescente mexicano que arrojaba piedras a los agentes.
Entre los textos de Bowen había uno a Swartz, en el que habló sobre arrollar al guatemalteco como “maniobra de inmovilización en persecución”, en referencia a una técnica que utilizan los agentes para detener a vehículos que intentan escapar, utilizando la patrulla para aplicar presión lateral en la parte trasera del otro vehículo para que gire y se detenga.
La Patrulla Fronteriza dijo que la agencia prepara un comunicado.
La fiscalía señala que los textos demuestran la mentalidad de Bowen al momento del incidente y contradicen su insistencia en que no sabía que había golpeado al hombre y que no lo había hecho de manera intencional.
El Arizona Daily Star, que fue el primero en reportar los textos durante el fin de semana, indicó que una declaración jurada presentada por un agente especial de la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional, señala que un operador de cámaras fronterizas en Nogales vio al guatemalteco después de que aparentemente sorteó el muro fronterizo cerca del puerto de ingreso de Mariposa.
El agente especial dijo que el hombre corrió hacia una gasolinera. Un agente le dijo que se rindiera, pero el guatemalteco emprendió carrera hacia la frontera y Bowen “aceleró agresivamente”, lo derribó y frenó por completo apenas unos centímetros antes de atropellarlo”.
En un texto, Bowen dijo que para el operador de cámaras “desde ese ángulo, parecía que podía haberlo atropellado” y “ahora probablemente se convierta en una investigación de dos años”.
Bowen está acusado de realizar declaraciones falsas, tanto en su reporte inicial como en un memo subsecuente al agente en jefe de la Patrulla en el Sector Tucson, al haber afirmado que “nunca tuvo la intención de golpear, asustar o entrar en contacto” con el hombre.