Por THOMAS ADAMSON/AP
PARÍS
Los bomberos declararon hoy que triunfaron en una batalla de más de 12 horas para extinguir un infierno que devoraba la emblemática catedral de Notre Dame de París, un incendio que destruyó su aguja y parte de su techo, pero que no afectó a sus campanarios ni a la llamada Corona de Cristo.
Lo que quedó en pie fue una estructura ennegrecida del monumento inmortalizado por Victor Hugo en su novela de 1831 «El Jorobado de Notre Dame», un inmueble que ha sobrevivido a casi 900 años de la tumultuosa historia de Francia, pero que fue asolado por el fuego en medio de las obras de renovación al comienzo de la Semana Santa.
Los emblemáticos campanarios del templo parecían intactas y según las autoridades también sobrevivió casi intacto el órgano de 8 mil tubos, junto con otras reliquias, gracias a que los bomberos rápidamente implementaron un plan establecido para salvar varios de sus obras del patrimonio cultural.
El vicealcalde de París, Emmanuel Gregoire, expresó «el enorme alivio» de las autoridades ante el buen estado de varias de las reliquias, como la Corona de Cristo, que fueron trasladadas a «una ubicación secreta» después del incendio.
También quedaron a salvo varias estatuas, que hace pocos días fueron sacadas del lugar para obras de restauración.
Al amanecer se veían numerosos arquitectos y expertos examinando las dos torres que alojan las campanas, de unos 69 metros de altura.
«El incendio está totalmente apagado» y los servicios de emergencia están «estudiando el movimiento de las estructuras y extinguiendo los residuos humeantes», explicó Gabriel Plus, portavoz de los bomberos de la capital francesa.
«La tarea, ahora que ya no hay riesgo de incendio, es restaurar al edificio, ver cómo la estructura puede mantenerse en pie», dijo el viceministro del Interior Laurent Nunez enfrente del edificio.
Uno de los vicarios de París, Philippe Marsset, dijo a la AP: «Si Dios intervino en este caso, fue al inspirar valor entre los bomberos».
El arzobispo de París, Michel Aupetit, dijo a la radio RMC: «La Catedral de Notre Dame fue destruida, pero no el alma del pueblo francés».
Las autoridades consideran que el fuego se debió a un accidente, posiblemente como resultado de las labores de restauración que se llevaban a cabo en el lugar, una joya arquitectónica de relevancia mundial. Sin embargo, eso no ha aliviado el duelo nacional.
El fiscal de París, Remy Heitz, declaró que la investigación será «larga y compleja». Dijo que unos 50 investigadores participan en la averiguación y que interrogarán a empleados de cinco empresas contratadas para realizar renovaciones al techo del catedral, donde al parecer comenzaron las llamas.
Heitz relató que la primera alarma sonó a las 6:20 p.m. del lunes, pero que no se detectó fuego alguno. La segunda alarma fue a las 6:43 p.m. y que a partir de ahí se descubrieron las llamas en el techo de la catedral.
El hecho de que probablemente se trató de un accidente no hizo nada para aliviar el sentimiento de luto colectivo.
«Notre Dame sobrevivió la historia revolucionaria de Francia y ahora esto ocurrió durante labores de reconstrucción», comentó el exministro de Cultura Jack Lang.
El presidente del país, Emmanuel Macron, se comprometió a reconstruir una catedral que calificó como «una parte de nosotros» y pidió ayuda exterior para hacerlo.