POR FRANKLIN BRICEÑO/AP
LIMA

Pedro Pablo Kuczynski se convirtió el miércoles en el segundo exmandatario peruano detenido a causa de presuntos delitos ligados a la firma brasileña Odebrecht. La justicia ordenó diez días de prisión mientras es investigado por presunto lavado de activos y haber “tenido injerencia” en dos obras de infraestructura adjudicadas a la constructora donde se gastó millonarios fondos del dinero público.

Kuczynski está recluido en la sede de un grupo policial que su gobierno creó para combatir el crimen organizado. En octubre allí también estuvo detenida Keiko Fujimori, la mayor opositora a su breve gestión (2016-2018). Fujimori luego fue sentenciada a tres años de cárcel preventiva. Ambos son el ejemplo más reciente de la caída de dos políticos poderosos locales a causa de sus nexos con Odebrecht.

Ollanta Humala, antecesor de Kuczynski, fue el primer expresidente local preso nueve meses junto a su esposa por sus nexos con la constructora. Sigue investigado tras ser liberado en mayo de 2018.

Kuczynski, de 80 años, fue detenido muy temprano por agentes de la división de investigaciones de alta complejidad en su residencia del barrio más rico de Perú. Fue llevado luego en un vehículo todoterreno blanco para ser examinado por médicos de la fiscalía y tras hallarse “hemodinámicamente estable” fue enviado a su centro temporal de reclusión.

En las pocas imágenes que transmitieron las televisoras locales se le observó caminando con lentitud, sin grilletes pero junto a varios agentes que lo vigilaban. Estaba vestido con zapatos marrones, sin calcetines, por momentos colocaba sus manos en los bolsillos y en otros sacaba un pañuelo con el que se limpiaba las comisuras de los labios.

El juez José Chávez, que ordenó su sorpresiva detención, también admitió el ingreso de investigadores a su domicilio para recoger pruebas. La fiscalía afirma que realizó supuestos “actos de blanqueo de capital” mientras era un ministro poderoso del gobierno del presidente Alejandro Toledo (2001-2006). Está bajo la lupa por la construcción de una vía que une Brasil con Perú, así como de una obra de irrigación.

Poco antes de abandonar su domicilio, Kuczysnki le dijo a W radio de Colombia que en Perú “hay una persecución”.

“Tengo que colgar porque están gente en la puerta”, culminó en referencia a la policía que en aquellos momentos tocaba. El expresidente también escribió en su cuenta de Twitter que afrontaba “un momento muy duro” para él y que su detención era “una arbitrariedad”.

Su captura fue solicitada por el fiscal José Domingo Pérez, miembro del equipo que investiga a la élite política local acusada de recibir sobornos de la constructora. El fiscal, que goza de popularidad, también ha llevado a la cárcel de forma preventiva a Keiko Fujimori y ha logrado que se prohíba salir del país al expresidente Alan García (2006-2011), también investigado por nexos con Odebrecht.

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