El expresidente Ricardo Martinelli enfrentará juicio por espionaje político. FOTO LA HORA/AP

PANAMÁ/AP

Un tribunal panameño tenía previsto iniciar hoy el juicio oral al expresidente Ricardo Martinelli por presunto espionaje político y peculado, un caso inédito que se desarrolla en medio del inicio de la campaña para las elecciones generales en la nación centroamericana.

El exmandatario, de 67 años y que gobernó entre 2009 y 2014, se sentará frente a tres jueces de un tribunal ordinario nueve meses después de haber sido extraditado desde Estados Unidos y después de intentar infructuosamente convencer a las autoridades judiciales que le permitan cumplir arresto domiciliario por motivos de salud.

Los abogados de Martinelli presentaron la víspera un certificado de incapacidad médica de su cliente prescrito por un psiquiatra y con el que buscan que el comienzo del juicio sea reprogramado, una decisión que debe admitir o rechazar el tribunal. El ex gobernante fue llevado el lunes al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses para una revisión.

Martinelli está acusado de espiar las comunicaciones de al menos 150 personas y de la compra de aparatos millonarios para realizar esas interceptaciones durante su gobierno, según las investigaciones. El fiscal que desarrolló las pesquisas desde 2015 pidió que se le apliquen 21 años de cárcel en caso de ser hallado culpable.

El expresidente ha negado incesantemente las acusaciones y sostiene que son parte de una persecución política del actual mandatario Juan Carlos Varela, quien fue su vicepresidente y que niega esos señalamientos. Ambos rompieron su alianza más de dos años después de iniciado ese quinquenio.

A pesar de estar en la cárcel desde su repatriación Martinelli logró postularse por un partido minoritario para ser candidato a diputado y a la alcaldía de la capital en las elecciones generales del 5 de mayo. Su esposa Marta Linares le hace campaña en las redes sociales y el inicio del juicio coincide con un debate de los candidatos a vicepresidente.
Algunas de las víctimas del supuesto espionaje afirman que la defensa de Martinelli quiere ganar tiempo a medida que se acercan esos comicios.

“Él no está loco, es un vivo”, dijo hoy al noticiario del canal Telemetro Mitchell Doens, un opositor y presunta víctima de los pinchazos. “Quiere seguir dilatando el proceso por sus aspiraciones políticas”.

Se espera que el juicio, que incluye más de 70 testigos de la fiscalía, de los querellantes y de la defensa, se extienda por entre uno y dos meses. Hoy es la última oportunidad que tiene Martinelli de llegar a algún posible acuerdo de pena y evitar someterse al proceso, según los expertos.

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