La policía israelí de frontera cierra el acceso a la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén FOTO LA HORA/MAHMOUD ILLEAN/AP

POR ILAN BEN ZION/AP
JERUSALÉN

La policía israelí cerró hoy los accesos al lugar sagrado más tenso de Jerusalén, después de que sospechosos palestinos arrojaron una bomba incendiaria a una comisaría.

No se informó de víctimas. La policía se apostó rápidamente en lo alto de la colina, forcejeando con palestinos en el lugar, mientras buscaban a los agresores. Arrestó al menos a tres sospechosos y se vio cuando los agentes arrojaban al suelo a una mujer.

El incidente acentuó las tensiones en el lugar, que los judíos veneran como el Monte del Templo y los musulmanes como el Noble Santuario. El conjunto, donde se encuentran las mezquitas de Al-Aqsa y de Omar, es escenario frecuente de hechos de violencia.

Después del incidente, la policía israelí cerró los accesos y restringió el ingreso a la Ciudad Vieja, permitiendo solamente la entrada de residentes a los barrios musulmán y cristiano. Otras entradas permanecieron abiertas.

Firas Dibs, vocero del Waqf, el organismo islámico designado por Jordania que administra el lugar, dijo que la policía había expulsado a casi todos los feligreses. «Todas las puertas están cerradas y no se permite entrar a nadie», dijo.

Algunas decenas de feligreses se reunieron a orar en los bordes del conjunto, vigilados por la policía israelí.

La policía confirmó los tres arrestos, pero Dibs dijo que fueron seis los detenidos y 10 heridos en los forcejeos con la policía.

El presidente palestino Mahmud Abbas denunció la «peligrosa escalada israelí» y advirtió que habría «repercusiones graves». Emitió un comunicado en el que pidió la intervención de la comunidad internacional.

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