Madrid/Europa Press
La Comisión de Investigación de la ONU para Siria ha considerado «ilusorio» plantear siquiera la posibilidad de un retorno para los millones de sirios que siguen fuera de sus hogares, en la medida en que los civiles siguen siendo víctimas de todo tipo de abusos pese a la aparente relajación del conflicto armado en zonas clave de Siria.
El informe, que valora la situación entre julio de 2018 y enero de 2019, constata la persistencia de los combates en zonas del noroeste y del este de Siria. El contexto, han advertido los investigadores, sigue estando marcado por la comisión de crímenes de guerra y contra la Humanidad, como por ejemplo los ataques indiscriminados, las agresiones deliberadas contra objetivos protegidos y la persecución, entre otros abusos.
«Las hostilidades persisten con poco o ningún respeto por las leyes de la guerra, por los Derechos Humanos o por la compasión más básica por quienes sufren sus efectos», ha lamentado el presidente de la comisión, Paulo Pinheiro, que ha criticado las acciones tanto de las fuerzas leales al régimen de Bashar al Assad como de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y de la coalición internacional.
Otra de las integrantes de este grupo, Karen AbuZayd, ha advertido de que las «constantes violaciones» cometidas por «todas las partes», sumadas a «la destrucción de las infraestructuras vitales, la falta de servicios básicos y de documentación civiles», han hecho que «la posibilidad de un retorno seguro y sostenible (de desplazados y refugiados) es completamente ilusoria».
La Comisión ha pedido que cualquier plan de retorno se haga teniendo en cuenta los derechos de quienes intentan regresar a sus hogares, lo que pasa por un cese de los combates, la mejora del acceso a la ayuda humanitaria o la existencia de garantías para que quienes deciden volver no sean víctimas de arrestos, persecución o discriminación.
