Madrid/Europa Press
La Conferencia Episcopal de Venezuela ha hecho hoy un llamamiento a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) para que se ponga «del lado del pueblo» y permita la entrada en el país de la ayuda humanitaria que tanto se necesita.
En un comunicado, los obispos venezolanos han denunciado el «deterioro general de las condiciones de vida» que ha experimentado Venezuela, «sobre todo en las áreas alimentarias y de salud» y han defendido que «el país necesita ayuda humanitaria».
En este sentido, han defendido que «el régimen tiene la obligación de atender las necesidades de la población», para lo cual debe facilitar «la entrada y distribución» de la ayuda «evitando cualquier tipo de violencia represiva». «Pedir y recibir ayuda -defienden los obispos- no es ninguna traición a la patria» sino que «es un deber moral que nos incumbe a todos, ante las carencias y urgencias dramáticas que padece el pueblo venezolano».
Por ello, han invitado a la FANB a que «se ponga se ponga del lado del pueblo al que pertenece» y al que al jurar la Constitución se comprometieron a «defender, proteger sus derechos inalienables y hacer brillar su dignidad humana».
«En conciencia, no deben cumplir órdenes que atenten contra la vida y seguridad de la población», han reclamado, en la misma línea de lo manifestado desde el pasado 23 de febrero por el autoproclamado presidente encargado, Juan Guaidó, que ha llamado a las fuerzas armadas a romper con el régimen de Nicolás Maduro. «En estas circunstancias deben permitir el ingreso y la distribución de la ayuda internacional», han subrayado los obispos.
Por otra parte, han advertido en contra de que se produzca «violencia ni manipulación alguna entre los ciudadanos» con vistas a que quienes se encuentran en «situaciones límite» sean quienes se beneficien de la ayuda y para dar muestra de «solidaridad y organización en un pueblo que, manteniendo en alto la dignidad y la esperanza, quiere cambiar la situación de penuria y precariedad que sufre».
Así las cosas, la Conferencia Episcopal venezolana ha aclarado que Cáritas mantiene su compromiso de «participar, junto a otras organizaciones, en la recepción y distribución de la ayuda humanitaria, aportando su experiencia y capacidades». «Cáritas se sumará a la ayuda en esta crisis bajo los principios de respeto a los Derechos Humanos y humanitarios», ha puntualizado el organismo.
Por último, ha recalcado que la ayuda humanitaria «no atiende a intereses políticos, sino al bien del pueblo más vulnerable» ni tampoco «resuelve todos los problemas de la población». La ayuda, han añadido los obispos venezolanos, «es limitada en cobertura y tiempo; es siempre subsidiaria y no sustituye lo que el Estado debe hacer con sus recursos».
Guaidó confía en conseguir que este sábado entre en el país de forma masiva la ayuda enviada por numerosos países para paliar la situación en Venezuela, que se encuentra entre otros en la ciudad fronteriza de Cúcuta, en Colombia. Por su parte, Maduro rechaza esta posibilidad y denuncia que Estados Unidos lo que busca con la ayuda humanitaria es una intervención militar.