Roma/Europa Press
El Papa Francisco teme «el derramamiento de sangre» en la crisis política de Venezuela donde a la autoproclamación del jefe del Parlamento, el opositor Juan Guaidó, como presidente interino han seguido manifestaciones contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
«¿Qué es lo que me asusta? El derramamiento de sangre», ha asegurado el Pontífice, según han señalado medios locales.
Sin embargo, el Papa ha evitado pronunciarse sobre lo que se debería hacer. «Sería una imprudencia pastoral por mi parte y haría daño», ha asegurado. En todo caso, desea que pueda fraguarse una «solución justa y pacífica» en el país.
«Si yo entrara a decir hagan caso a estos países o a estos otros, me metería en un rol que no conozco, sería una imprudencia pastoral de mi parte y haría daño –ha sostenido–. Tengo que ser equilibrado. No me gusta la palabra equilibrado. Tengo que ser pastor. Y si necesitan ayuda, de común acuerdo, que la pidan. Eso sí».
«DESEO QUE SE PONGAN DE ACUERDO»
Sobre el comunicado que emitió el Vaticano mientras estaba en Panamá, ha relatado que sopesó mucho los términos de la declaración. «Las palabras las pensé y las repensé. Y creo que con eso expresé mi cercanía, lo que siento –ha expresado–. Yo sufro por lo que está pasando en Venezuela en este momento y por eso deseo que se pongan de acuerdo», ha agregado.
Asimismo, ha señalado que «en estos momentos» apoya «a todo el pueblo venezolano». «Un pueblo que está sufriendo, incluso los que están de una parte y de otra, todo el pueblo sufre», ha asegurado mientras que ha sentenciado que «el problema de la violencia» a él le aterra.