MOSCÚ/AP
El ciudadano estadounidense detenido en Moscú acusado de espionaje tenía una memoria USB con “secretos de Estado” rusos que le habían entregado antes de ser arrestado, pero no sabía que los tenía ni los había visto, dijo su abogado.
Paul Whelan fue capturado en la capital rusa a finales de diciembre. La detención del exmarine generó especulaciones sobre un posible intercambio por alguno de los rusos retenidos en suelo estadounidense, como la activista de las armas Maria Butina, que se declaró culpable de actuar como agente extranjero en el país.
Whelan compareció hoy ante un tribunal y el juez ratificó el fallo previo que ordenaba que estuviera encarcelado al menos hasta el final de febrero. El acusado permaneció dentro de una jaula de cristal y no habló con la prensa.
Los cargos por espionaje conllevan una pena de prisión de hasta 20 años en Rusia.
En el momento de su detención en un hotel de Moscú a finales de diciembre, Whelan tenía algo que contenía “secretos de Estado”, explicó su abogado, Vladimir Zherebenkov, a agencias de noticias rusas.
Whelan visitaba con frecuencia Rusia y le pidió a una persona no identificada enviarle por correo electrónico algo relacionado con viajes alrededor del país, agregó el abogado. Supuestamente Whelan no pudo descargar el contenido y le pidió a la persona ponerlo en una memoria USB.
“Esperaba ver en la memoria USB información personal como fotografías o videos, algo así, sobre los viajes previos de la persona alrededor de Rusia”, dijo a la prensa Zherebenkov. “No sabemos cómo terminaron ahí materiales que contienen secretos de Estado”.
Whelan, de 48 años, fue dado de baja de la Marina por mala conducta. Trabaja como director de seguridad global para un productor de partes automotrices de Estados Unidos y vive en Michigan. Su familia dijo que fue a Moscú para asistir a una boda.