MADRID/AP

Las autoridades españolas investigan si el pozo profundo y angosto donde cayó un niño de 2 años la semana pasada fue cavado ilegalmente, mientras los rescatistas siguen tratando de rescatar al menor.
La Guardia Civil no dio detalles sobre su investigación. El pozo, cuya intención era encontrar agua, carecía de la autorización correspondiente, informó la prensa española, incluido el periódico El País.

No ha habido contacto alguno con el pequeño Julen Rosello, quien cayó en el pozo de 110 metros (360 pies) de profundidad el 13 de enero en una zona rural en el noreste de Málaga. La única señal que han tenido los rescatistas del menor fue encontrar cabello con su ADN en el lugar.

Cuadrillas de rescate tratan de llegar a él cavando un ducto paralelo. Tras llegar a cierta profundidad bajarán mineros especializados para cavar un túnel horizontal hasta el lugar donde los rescatistas creen que se encuentra Rosello.

Las autoridades de Málaga dijeron que se necesita más tiempo para que los ingenieros puedan ensanchar el ducto que han cavado.

Una vez que los rescatistas comiencen a trabajar, calculan que necesitarán al menos entre 20 y 24 horas para cavar el túnel de cuatro metros.

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