CIUDAD DEL VATICANO
AP
Los organizadores de una próxima reunión en el Vaticano sobre prevención de abusos sexuales advirtieron hoy que la credibilidad de la Iglesia Católica está en peligro debido al escándalo de los abusos y exhortaron a los participantes a reunirse con las víctimas para conocer sus padecimientos de primera mano.
En una carta enviada a las conferencias episcopales del mundo, los organizadores dijeron que la Iglesia debe elaborar una “respuesta exhaustiva y comunitaria” a la crisis y que el primer paso es “reconocer la verdad de lo sucedido”.
El Papa Francisco invitó a los jefes eclesiásticos a una cumbre el 21 al 24 de febrero para responder a lo que se ha convertido en la amenaza más grave para su Pontificado, el escándalo de abusos sexuales y encubrimiento que este año estalló en Estados Unidos, Chile y otros países.
Al revelar los primeros detalles de los preparativos, el Vaticano dijo que la reunión se concentrará en tres temas principales: responsabilidad, rendición de cuentas y transparencia.
“A falta de una respuesta exhaustiva y comunal, no solo no podremos llevar la sanación a las víctimas sobrevivientes sino que la credibilidad misma de la Iglesia para llevar a cabo la misión de Cristo estará en peligro en todo el mundo”, escribieron los organizadores.
“Cada uno de nosotros debe afrontar este reto, unidos en la solidaridad, la humildad y la penitencia para reparar los daños causados, compartir un compromiso conjunto con la transparencia y obligar a todos en la Iglesia a rendir cuentas”, añade el documento.
El comunicado fue firmado por cuatro miembros del comité preparatorio de la reunión: el cardenal de Chicago, Blase Cupich; el cardenal de Mumbai, Oswald Gracias; y dos expertos en abusos del Vaticano, el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, y el reverendo Hans Zollner.
Exhortaron a los presidentes de las conferencias episcopales a reunirse con las víctimas antes de viajar a Roma para “conocer de primera mano los sufrimientos que han padecido”.
La exhortación reveló claramente que muchos obispos siguen negando la magnitud del problema y nunca han hablado con una víctima.
El vocero del Vaticano, Greg Burke, dijo que ésta “es una forma concreta de dar prioridad a las víctimas y reconocer el horror de lo que sucedió”.
Al anunciar la convocatoria en septiembre, Francisco indicó que existe conciencia en la cúpula de la Iglesia de que el abuso sexual por el clero es un problema global, no limitado a algunas partes del mundo o unos pocos países occidentales.
El Papa aún trata de recuperarse de su torpe manejo del escándalo en la Iglesia chilena, cuando desacreditó reiteradamente a las víctimas de un conocido cura depredador.
Luego vinieron las acusaciones de un antiguo Nuncio Apostólico de que el propio Francisco rehabilitó a un cardenal estadounidense retirado y caído en desgracia por acusaciones de abusar de seminaristas adultos. Francisco no ha respondido a las denuncias, aunque ha ordenado una investigación limitada.