Por DANICA KIRKA
LONDRES
AGENCIA (AP)
La primera ministra británica, Theresa May, despachó hoy a treinta miembros de su gobierno por todo el país para recabar apoyos para su acuerdo de divorcio con la Unión Europea.
Muchos británicos permanecen escépticos ante el acuerdo de Brexit y May está bajo una presión intensa para demorar la votación parlamentaria fijada para la próxima semana, a fin de obtener más concesiones de la UE.
Ya acabados tres de los cinco días debates permitidos en el Parlamento, un análisis de la Press Association de Gran Bretaña muestra que solo 27 de los 163 legisladores que se han expresado al respecto respaldarán el pacto, comparado con 122 que dicen que votarán en contra, entre los cuales hay 29 de Partido Conservador de May.
El punto de discordia es la llamada «salvaguarda», que dejaría a Gran Bretaña en una unión aduanera con la UE de manera indefinida si las dos partes no llegan a un acuerdo sobre cómo evitar el surgimiento de una frontera con Irlanda del Norte, que es parte del Reino Unido y la República de Irlanda, que es parte de la UE.
La propuesta ha suscitado resistencia de todas las partes porque el Reino Unido no podría abandonar el arreglo sin la aprobación de la UE. El Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte, que mantiene a flote a la coalición minoritaria de May, se opone a la medida porque trataría a Irlanda del Norte de manera distinta que al resto del Reino Unido.
El secretario del Tesoro, Philip Hammond y el de Sanidad, Matt Hancock, son dos de los altos cargos que participarán en actos programados en todo el país en un esfuerzo por lograr el respaldo de la población al pacto y presionar a los legisladores para que voten a su favor.
El pueblo británico «quiere que sigamos adelante», afirmó May, añadiendo que ese es el motivo por el que los ministros explicarán a las comunidades en qué les repercute el Brexit.
Está previsto que la Cámara de los Comunes vote el acuerdo el martes. May descartó los llamados para demorar la votación pese a la previsión que los legisladores lo rechazarán.
Boris Johnson, exministro de relaciones exteriores bajo May y quien se opone firmemente a su acuerdo del Brexit, denunció que la salvaguarda «le a la UE un poder ilimitado para abusar y chantajear a este país para lograr lo que quiera» en las negociaciones sobre las futuras relaciones entre las dos partes.
Las condiciones incluidas en el acuerdo «se parecen a un régimen impuesto sobre una nación que ha sufrido una derrota militar», dijo Johnson en un mensaje en Facebook. «Los españoles harán otro intento por Gibraltar. Los alemanes casi seguramente querrán concesiones en el tema de los migrantes. Y el presidente francés Emmanuel Macron ya ha dejado en claro que no dejará que Gran Bretaña se salga a menos que queden satisfechas sus demandas en cuanto a la pesca».
La Cámara de los Comunes votará sobre el tema el martes. Hasta ahora el gobierno de May ha rechazado pedidos de postergar la votación.