LONDRES
Agencia AP

La primera ministra británica Theresa May desestimó hoy las preguntas acerca de si renunciará si el Parlamento rechaza su acuerdo para el Brexit y dijo confiar en que conservará el puesto después de la votación crucial.

May tiene por delante la ardua tarea de convencer a los legisladores que voten a favor del acuerdo de divorcio entre el Reino Unido y la Unión Europea el 11 de diciembre. Los partidos opositores y decenas de conservadores dicen que votarán en contra.

La derrota podría significar la caída del gobierno, pero May aseguró que “dentro de dos semanas todavía tendré el puesto”.

“Mi tarea es asegurar que hacemos lo que el público nos pidió: salir de la UE pero en forma beneficiosa para ellos”, dijo en declaraciones a la televisora ITV.

Por su parte, el primer ministro holandés Mark Rutte rechazó la idea de que la UE revisaría el acuerdo sobre la relación post-Brexit con Gran Bretaña.

Rutte dijo que los 27 miembros restantes no ajustarán el acuerdo si May pierde la votación.

El jefe del gobierno holandés dijo que ambas partes trazaron “líneas rojas” durante las negociaciones, entre ellas la negativa británica a permitir el libre tránsito de personas entre Gran Bretaña y la UE, así como el problema de la frontera con Irlanda.

Dijo a The Associated Press al margen de la conferencia climática en Katowice, Polonia, que “cuando se toman en cuenta estas líneas rojas, es imposible elaborar algo distinto de lo que tenemos ahora, el acuerdo que está sobre la mesa”.

“No hay Plan B”, aseguró Rutte. “Es esto o un Brexit sin acuerdo o no hay Brexit en absoluto”.

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