CARACAS
AP

Un par de líderes de la oposición venezolana solicitaron al Banco de Inglaterra ayer que no entregue los 550 millones de dólares en reservas de oro que solicitó el presidente Nicolás Maduro, señalando que los funcionarios del país sudamericano lo robarán o lo utilizarán para financiar su gobierno dictatorial.

En una carta enviada al banco, el expresidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, y Carlos Vecchio, líder de un partido opositor, señalaron que el gobierno socialista de Maduro se embolsaría las últimas 14 toneladas de oro venezolano que quedan en la bóveda del banco, o lo utilizarían para encarcelar ilegalmente o asesinar a sus enemigos.

Le recordó al banco que Estados Unidos, el Reino Unido y varios países europeos consideran ilegítimo al gobierno de Maduro después de su reelección a principios de este año en lo que fue ampliamente considerado como una votación fraudulenta.

“Maduro no es el propietario legítimo del oro”, se afirma en la carta. “Sin duda la intención de Maduro y su régimen es la de robar estos recursos que por derecho le pertenecen al pueblo”.

Borges y Vecchio viven en el autoexilio debido a que temen por su seguridad en Venezuela.

Ni el Banco de Inglaterra ni el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información de Venezuela respondieron de inmediato a las solicitudes de comentario que les hizo The Associated Press.

A medida que crece la crisis económica en Venezuela, Maduro se está apoyando cada vez más en el oro para compensar el declive en la producción de crudo. La nación, que alguna vez fue una rica potencia petrolera, se encuentra asediada por el desabasto de alimentos, lo que ha provocado un éxodo masivo de venezolanos que buscan una vida mejor.

El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump incrementó recientemente las sanciones contra Venezuela, castigando al sector aurífero al prohibirle a los ciudadanos y entidades estadounidenses involucrarse financieramente.

Esa fue la ronda más reciente de sanciones estadounidenses en contra de Maduro y decenas de sus funcionarios, además de impedirle a Venezuela acceder a los mercados financieros en Estados Unidos.

En 2017, Borges fue fundamental para persuadir a Wall Street a no adquirir la deuda de Venezuela. Envió más de una docena de cartas a los inversionistas internacionales para decirles que ponían en riesgo sus reputaciones si le arrojaban un salvavidas a Maduro.

En la carta al Banco de Inglaterra se señala que permitirle a Maduro repatriar el oro violaría aún más las obligaciones legales de la institución de evitar el lavado de dinero y la corrupción, como lo establece la ley.

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