París
DPA

Una mujer murió hoy durante una protesta contra la prevista subida del impuesto a la gasolina y el diésel en Francia, informó el ministro del Interior, Christophe Castaner, en la televisión estatal, junto con el prefecto local.

La mujer entró en pánico delante de una valla de la Policía y atropelló a una manifestante, que más tarde murió, en la ciudad de Pont-de-Beauvoisin, al norte de Grenoble, en el sureste del país, indicó el Ministro.

Según el prefecto, algunos de los 40 participantes en el bloqueo de la calle comenzaron a golpear el automóvil de la mujer, que se puso nerviosa y aceleró. En otros lugares de Francia se produjeron también incidentes que dejaron al menos 47 heridos, dos de ellos graves.

Se registraron varios incidentes cuando automovilistas intentaron maniobrar sus vehículos por calles bloqueadas. La Policía realizó 24 detenciones.

El movimiento «Gilets Jaunes» (chalecos amarillos), que actúa en las redes sociales y aparentemente descentralizado y sin líderes, convocó hoy protestas por la prevista subida del impuesto a los carburantes que planea el Gobierno de Emmanuel Macron.

El grupo llamó a la población a salir a la calle y bloquear carreteras, cruces y puestos de peaje llevando los chalecos amarillos que se utilizan para dar visibilidad a los conductores que se apean de sus vehículos en la carretera. También se esperan «operaciones de caracol», que consisten en ralentizar el tráfico en carreteras o autopistas conduciendo a escasa velocidad.

Castaner informó que en todo el país unas 124 mil personas participaron en unas 2 mil acciones de protesta. Los medios aseguraron que muy pocas fueron comunicadas oficialmente a las autoridades.

Las autoridades dispusieron un despliegue de seguridad adicional de unos 3 mil efectivos, informó la emisora BFMTV citando a fuentes de la Policía.

El Gobierno tuvo una reacción encontrada. Mientras que el primer ministro, Edouard Philippe, anunció incentivos y ayudas a motoristas, incluida una subvención de 4 mil euros (4 mil 560 dólares) para las familias más pobres para reemplazar vehículos poco eficientes, Castaner lanzó una advertencia a los manifestantes el pasado martes.

«Intervendremos allí donde haya un bloqueo y por ende, un riesgo para las operaciones de seguridad y la libre circulación», dijo a la emisora BFMTV.

Philippe descartó además cambios en los planes del Gobierno de subir los impuestos en cuatro céntimos el litro de gasolina y siete céntimos el de diésel. Una petición online de la plataforma «change.org» para frenarlo recibió 800 mil firmas.

Algunos seguidores de Macron acusaron a la ultraderechista Marine Le Pen de impulsar la protesta, a la que dos grandes sindicatos se negaron a unirse, alegando ese motivo. Pero otras figuras de la oposición del centro-derecha y de la izquierda sí que las han respaldado.

En Facebook, numerosas personas anunciaron su participación en la protesta, que cuenta con un importante respaldo social: según una encuesta para la emisora France, casi tres cuartas partes de la población la apoyan.

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