POR MATTHEW LEE/AP
WASHINGTON

Las nuevas sanciones del gobierno del presidente Donald Trump sobre Irán entraron en vigor hoy, pero ocho de los principales importadores de petróleo iraní quedaron exentos de las penalizaciones inmediatas.

Las sanciones están dirigidas a los sectores energético, financiero y naviero del país y pretenden paralizar la economía de Estados Unidos luego de que Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear de 2015. Las medidas restablecen todas las sanciones estadounidenses que fueron levantadas bajo el acuerdo y que dieron a Irán un alivio de miles de millones de dólares a cambio de que limitara su programa nuclear.

Las nuevas sanciones congelan cualquier activo que aquellos afectados tengan en jurisdicciones de Estados Unidos y prohíben que los estadounidenses hagan negocios con ellos. También afectarán a las compañías que no sean iraníes pero que hagan negocios con empresas y funcionarios del país.

En lo que Estados Unidos describió como la imposición más grande de sanciones, el Departamento del Tesoro aplicó penalidades a más de 700 iraníes e individuos vinculados con personas del país de Medio Oriente, así como a organismos, aeronaves y embarcaciones. La acción aumentó a más de 900 el número de afectados por las sanciones del gobierno de Trump en menos de dos años.

Entre ellos se encuentran 50 bancos iraníes y subsidiarios, más de 200 personas y barcos, la aerolínea estatal Irán Air y más de 65 de sus aviones.

“La imposición del Departamento del Tesoro de una presión financiera sin precedentes sobre Irán deberá dejarle claro al régimen iraní que enfrentarán un aislamiento financiero y un estancamiento económico cada vez más grandes hasta que cambien por completo su conducta desestabilizadora”, aseveró el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
“La presión ejercida por Estados Unidos solo va a seguir aumentando. Pretendemos asegurarnos de que el régimen iraní deje de desviar sus reservas de divisas fuertes a inversiones corruptas y a las manos de los terroristas”, agregó.

Sin embargo, mientras que el gobierno estadounidense trata de reducir por completo los ingresos petroleros de Irán, está dejando que algunos de sus aliados más cercanos _como Grecia, India, Italia, Japón, Corea del Sur, Taiwán y Turquía_ y su rival China continúen comprando petróleo iraní siempre y cuando trabajen para reducir las importaciones a cero.

El secretario de Estado Mike Pompeo dijo que las exenciones, que expiran en seis meses, son necesarias para evitar una perturbación en los mercados petroleros del mundo y para dar más tiempo a ocho países para eliminar sus importaciones.

Durante esos seis meses, el país importador puede comprar petróleo iraní, pero debe depositar los ingresos de Irán a una cuenta de garantía bloqueada. Teherán puede gastar el dinero, pero solamente en un pequeño número de asuntos humanitarios.

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