Ciudad de México/dpa
Los policías federales mexicanos desplegados en la frontera con Guatemala están desarmados y solo tienen órdenes de «contención» de una caravana de miles de hondureños que busca llegar a Estados Unidos, dijo hoy su máximo responsable.
«De ninguna manera estamos para reprimir», aseguró el comisionado Manelich Castilla en una entrevista con el canal de televisión Foro TV. «Tenemos personal que no viene armado. Están única y exclusivamente en funciones de contención».
Castilla dijo que la Policía reforzó la colaboración habitual que realiza con el Instituto Nacional de Migración «ante un eventual escenario de solicitudes masivas de ingreso al país» y para garantizar una migración ordenada y segura.
El jefe policial está desde el lunes en Tapachula, en el fronterizo estado de Chiapas, en el sur del país, coordinando el operativo. Por lo menos 250 agentes fueron enviados a la zona.
Algunos de los migrantes ya están en la ciudad guatemalteca de Tecún Umán, que limita con la localidad mexicana de Ciudad Hidalgo -cerca de Tapachula-, pero aguardan la llegada de más migrantes para decidir los siguientes pasos.
El lunes, los hondureños, que superaban en número a la Policía, levantaron una barrera metálica y entraron masivamente a territorio guatemalteco sin que los agentes pudieran intervenir. Castilla dijo que en México se quiere evitar una escena similar.
«Estamos listos para apoyar a la instancia migratoria a que esto se dé en orden y no ver estas imágenes», afirmó. «Estamos pensando en un ejercicio de contención que privilegie los derechos humanos».
Castilla evitó precisar cuántos policías se encuentran en la zona, pero dijo que son «los suficientes para atender esta circunstancia». «El estado de fuerza ha variado porque nos hemos estado reacomodando», declaró.
México ya les ha advertido que solo dejará entrar a quienes cuenten con una visa, algo improbable para la mayoría. Los que traten de entrar sin documentos serán deportados.
Los migrantes tienen también la opción de pedir asilo en México. En ese caso, cada petición se analiza individualmente y los migrantes permanecerán detenidos hasta por 90 días mientras se resuelve si reúnen los requisitos.
Diplomáticos mexicanos se reunieron ayer en Ciudad de Guatemala con integrantes de la caravana para hacerles saber la situación.
México es zona de tránsito de decenas de miles de migrantes al año que quieren llegar a Estados Unidos, donde frecuentemente tienen familiares. La mayoría son centroamericanos, aunque también hay flujos de migrantes de otras regiones, como Sudamérica, África e India.
Algunos optan por solicitar visas humanitarias en México, aunque no todos finalizan el trámite una vez iniciado. El año pasado hubo unas 14,600 solicitudes.