Washington/dpa
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) alertó hoy de una nueva ola de represión en Nicaragua, en la que incluye detenciones que califica de «arbitrarias» con la intención de sofocar las protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega.
El organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA) que vigila el cumplimiento de los derechos humanos en el continente elevó además a 325 su cifra de muertos en la crisis, de la que hoy se cumplen seis meses.
Organizaciones de defensa de los derechos humanos la sitúan no obstante por encima de 500. El Gobierno de Ortega reconoce 200.
La CIDH habla en su comunicado de «un incremento de actos de violencia y represión para disuadir las manifestaciones públicas en Nicaragua» y advierte sobre «la detención y criminalización de líderes y lideresas políticas y sociales».
Hace mención específica a la «fuerte represión» del pasado 14 de octubre, cuando cuatro decenas de opositores y activistas de los derechos humanos fueron detenidos en Managua en el marco de una protesta.
Los 38 detenidos de los que informó en su día la policía los eleva la CIDH a 50 en base a las informaciones del Mecanismo Especial de Seguimiento (MESENI), creado por la Comisión para monitorear la situación en el país.
«La CIDH llama al Estado a cesar de inmediato la represión a los manifestantes y la detención arbitraria de quienes participan de las protestas, así como a garantizar seguridad de las personas en contextos de manifestaciones públicas», instó en el comunicado.
Critica además la calificación como ilegales de todas las protestas que la policía hizo a finales de septiembre.
La Comisión expresa especial preocupación por la detención de una defensora de los derechos humanos, Haydée Castillo, que es beneficiaria de medidas cautelares. Castillo fue arrestada en el aeropuerto cuando pretendía precisamente viajar para participar en una actividad organizada por la CIDH.