Ciudad del Vaticano/dpa
El cardenal estadounidense Donald Wuerl, acusado de haber encubierto casos de abusos sexuales cometidos por cientos de sacerdotes, dimitió como arzobispo de Washington, anunció hoy el Vaticano.
La Fiscalía General del estado de Pensilvania constató que se produjeron abusos durante 70 años por parte de más de 300 sacerdotes, con más de mil niños como víctimas. Pese a haber tenido conocimiento de los hechos, los responsables de la Iglesia Católica no tomaron medidas. La mayoría de los casos han prescrito.
«La decisión del Santo Padre de renovar el liderazgo de la arquidiócesis permite que todos los fieles, el clero, los religiosos y los laicos centren su atención en la curación y el futuro», dijo Wuerl en un comunicado colgado en la página web de la arquidiócesis de Washington.
«Una vez más, presento mis disculpas y pido perdón por errores de juicio cometidos en el pasado. Con mi renuncia expreso mi gran amor permanente por ustedes, la gente de la Iglesia de Washington», agregó el Cardenal.
La presión sobre Wuerl había aumentado en las últimas semanas por su supuesto encubrimiento de abusos cuando era obispo de Pittsburgh. En septiembre puso su cargo a disposición del Papa Francisco y ahora éste aceptó la dimisión.
La oficina de Wuerl publicó una carta de Francisco en la que el Papa elogió la decisión del Cardenal y defendió su historial. «Usted tiene suficientes motivos para ‘justificar’ sus actos y hacer una distinción entre lo que significa encubrir crímenes o no hacer frente a problemas y cometer algunos errores. Estoy orgulloso de ello y le expreso mi agradecimiento», escribió el jefe de la Iglesia Católica.
Wuerl, de 78 años, es el segundo cardenal estadounidense en dimitir como jefe de una arquidiócesis por el encubrimiento de abusos sexuales, después del cardenal Bernard Law, quien renunció en 2002 como arzobispo de Boston en medio de un gran escándalo de abuso sexual.
En julio pasado, el Papa retiró el título de cardenal al predecesor de Wuerl como arzobispo de Washington, Theodore McCarrick, después de que se revelaran varios casos de abusos a jóvenes sacerdotes y seminaristas por parte del prelado.
Francisco ha sido blanco de duras críticas en los últimos meses por la revelación de nuevos casos de abusos y se le ha recriminado no actuar con la suficiente dureza contra los abusadores y quienes los encubrieron.
En agosto, el arzobispo Carlo Maria Vigano, exembajador del Vaticano en Estados Unidos, acusó a Francisco de haber protegido durante años a McCarrick y exigió su dimisión como jefe de la Iglesia Católica. Sin embargo, Vigano no presentó pruebas para sustentar su acusación. Algunos comentaristas inscribieron su ataque sin precedentes al Papa en el contexto de un ataque por las reformas impulsadas por el Pontífice.